La industria de los cruceros anunció el pasado martes que sus miembros decidieron a prolongar la suspensión de sus viajes en Estados Unidos para el resto del año.
Dicha decisión surge días después de que tanto Carnival como Norwegian extendieran la suspensión de sus actividades en lo que queda del 2020. Sin embargo, y a pesar de la crisis del coronavirus, el gobierno estadounidense recientemente levantó su prohibición a los viajes de cruceros.
La noticia fue anunciada por la Cruise Lines International Association, que representa el 95% de la industria y que incluye compañías como Princess, Carnival y Royal Caribbean.
Las compañías integrantes de la agrupación “usarán lo que queda del año para implementar medidas de precaución contra el COVID-19” con asesoramiento de expertos en salud y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), dijo la entidad.
El viernes pasado, las autoridades federales de salud emitieron nuevas normas que permitirían a las compañías de cruceros operare barcos en aguas estadounidenses, aunque no de inmediato.
Entre los lineamientos de la CDC se encuentra el de que todos los pasajeros y todos los miembros de la tripulación se hagan la prueba de coronavirus al inicio y al final de cada viaje, que no pueden durar más de siete días.