En la zona Este de República Dominicana, las comunidades aledañas a lugares vacacionales y hoteles sobreviven por el turismo, pero a partir de la pandemia del nuevo coronavirus han desarrollado el temor de que su estilo de vida se arruine.
El pensamiento de estos comunitarios se debe a que creen que a pesar de que el turismo se está recuperando gracias a los visitantes locales, estos no gastan dinero “tanto como los extranjeros”.
En la comunidad de Macao, en Bávaro, los negocios giran en torno al turismo; desde tiendas de regalos hasta locales de artesanía y restaurantes en la playa, dan vida a la única costa “pública” de la localidad.
Es por esto que comerciantes consultados por Listín Diario en un recorrido de este medio lamentaron que debido a la pandemia sus negocios turísticos han muerto y que todos han sufrido pérdidas a pesar de que el confinamiento en horas del día no ha importado mucho.
En la visita del Listín Diario a Macao se notó que la mayoría de turistas que estaban en la playa eran dominicanos.
“Antes nos favorecíamos de los turistas de afuera; los dominicanos son los que están en los hoteles y no dan esos beneficios porque no salen de allí a comprar o a gastar”, afirmó Fausto Santos, dueño de una tienda cerca la playa.
Declive financiero
Las pérdidas y quiebres de los negocios de los comerciantes turísticos de Macao son atribuidas por ellos a la falta de turistas internacionales.
“Hay muy pocos americanos. Macao vive de la playa y de los hoteles, y sin ellos la economía cae”, comentó Reyson Lachapell, el dueño de un puesto de artesanía que paró su actividad.
Otro caso similar es el de los surfistas que se dedican a dar clases en esta playa, conformado por un grupo de 14 hombres antes de la pandemia. Ahora, solo trabajan siete de ellos por la falta de clientes.
Estos profesionales del deporte acuático manifestaron que después de la pandemia solo reciben prácticas de “surf” una o dos personas por semana, pero antes de que apareciera el COVID-19, se daban hasta 20 clases por día.
Elvis Félix es otro vendedor de artesanías, quien consideró que la actividad estaba “floja” y que sin el turismo la zona no es “nada”.
“Aquí hay pocas industrias. Los empleos los generan el hotel, pero cuando lo cerraron las personas no tenían trabajo”, aseveró Félix.
Sin embargo, pese a esta crisis, la gente no mira otras alternativas de trabajo fuera del turismo.
Este es el caso de un señor que laboraba en un hotel y fue paralizado. Él optó por ayudar a los negocios que están alrededor de la playa de Macao y con estos ingresos y los de FASE 1 compensar parte de lo que generaba antes de marzo.
Frente a esta playa pública hay un hotel que es una de las principales fuentes de empleos de la zona, según las personas consultadas. Algunos residentes de la comunidad eran colaboradores allí, no obstante, el confinamiento provocó que fueran suspendidos.
Los negociantes de la playa también lamentan que ahora los turistas que se hospedan en ese hotel no pueden salir a la calle como antes solían hacerlo, por lo que esto también ha frenado los beneficios de esos comerciantes, de acuerdo con Eladio Paulino, propietario de un colmado en Macao.
Expectativas para el 2021
Los comunitarios de Macao creen que de no encontrar una solución al COVID-19 y se deba continuar con el confinamiento, su economía se deteriorará de forma muy abrupta.
“Esperamos que se controle la situación. En caso de que no mejore es a esperar la muerte que vamos”, dijo Lachapell, el artesano que antes vendía cientos de dólares al mes y ahora percibe muy poco.
LA REGION
Zona turística
La región Este es una de las principales zonas turísticas del país y ha sido una de las más afectadas por los efectos de la pandemia del coronavirus: sus comerciantes, sus residentes y sus visitantes así lo dejan saber.
El coronavirus
La pandemia del Covid-19 estalló en Wuhan, República Popular China, en noviembre de 2019, dejando miles de infectados.
Posteriormente el virus fue detectado en Europa y el resto de Asia, dejando millones de afectados, miles de muertes y el cierre forzado de la mayoría de las actividades económicas y sociales.
Una de las áreas más afectadas en todo el mundo fue el sector turístico, por el cierre de aeropuertos y puertos a la navegación internacional, así como los hoteles y restaurantes para evitar el contagio.