Nada decepciona más a un turista que encontrar que las playas de postal (ya saben: arena blanquísima, agua azul turquesa y un coco) con que soñaba tienen una capa de algas marrones.
Pero el sargazo visita este año, otra vez, las costas dominicanas y como decía ayer Jake Kheel en un excelente trabajo… hay que ir pensando cómo se va a manejar el problema porque no va desaparecer.
Para empezar, los hoteleros (Asonahores) y el Ministerio de Turismo han creado el Fondo para la Mitigación y el Manejo del Sargazo en las Costas de la República Dominicana. No es que se sepa por el momento cuál es la solución al problema, pero se ha convenido empezar con once millones de dólares que se utilizarán, según el contrato firmado en noviembre de 2020 y ratificado con una adenda en febrero de 2021, en la instalación de 32 kilómetros de barreras antisargazo en las costas del Este, desde Punta Cana hasta Uvero Alto. La mitad de los fondos la pone el Estado, la otra mitad el sector hotelero que todavía tiene un plazo para erogar su aporte. Cuando se trata del cuestiones medioambientales… buscar una solución individual no funciona.
El esfuerzo del sector está siendo admirable. En Fitur la delegación dominicana convenció, vendió y el país será el invitado de la próxima edición. Los nuevos proyectos se han reactivado (eso incluye la mole que viene levantándose en la Avda. Lincoln) las reservas siguen llegando y la vacunación aquí y en los países emisores avanza rápido.
Ojalá que las nuevas restricciones sean pasajeras y no frenen la tendencia que ya se sentía avanzar.