El sector turístico ve intereses ocultos en el veto de Francia a viajar a España

El sector turístico ve intereses ocultos en el veto de Francia a viajar a España
El sector turístico ve intereses ocultos en el veto de Francia a viajar a España

Francia acaba de volver a poner a España –ya lo hizo en julio del pasado año– en la lista negra de la covid. El secretario de Estado para Asuntos Europeos, Clément Beaune, aconsejó ayer que no se viaje a este país ni a Portugal (con mención especial a Catalunya) por la explosión de la variante delta. Este mensaje institucional, de imprevisibles consecuencias para el sector turístico catalán, llega después de que la prensa y la televisión galas vengan informando con alarmismo los últimos días sobre la situación actual de España.

Pero Clément Beaune, que tiene rango ministerial y se sienta en el Consejo de Ministros, fue más lejos. En una intervención en France 2 dejó abierta la posibilidad a adoptar en días medidas restrictivas en los desplazamientos de turistas franceses a esos países. “Los que no hayan reservado todavía sus vacaciones, eviten estos países”, recalcó Beaune. “Mejor quedarse en Francia”. Unas afirmaciones respondidas ayer mismo por el embajador español en Francia, José Manuel Albares. “Los turistas franceses no tienen nada que temer, España es un país seguro”, dijo.

Un ministro galo advierte que el destino catalán es de los más peligrosos al ser elegido para ir de fiesta

La noticia ha caído como un jarro de agua fría en el sector turístico, pero no ha sorprendido tanto como cabría esperar. Hoteleros, restauradores o dueños de casas rurales y campings están ya curtidos en contratiempos por esta crisis sanitaria. Esa experiencia les hace intuir intenciones ocultas en mensajes como el lanzado ayer por este ministro francés.

“No deja de ser paradójico que esta medida se adopte ahora para España, y especialmente Catalu-nya, donde los índices de vacunación son los más altos de Europa”, afirma Xavier Guardia, portavoz de la Federació Empresarial d’Hosteleria i Turisme de Tarragona. “Solo hay que recordar un dato para entender ese mensaje: La ocupación en los campings de Francia y Holanda, con turismo local, fue el verano pasado la más alta en toda la historia de esos países”. Y “¿qué hay que hacer para repetir esas cifras este año?”, se pregunta Guardia. El mismo responde: “mantener un verano más al turista en casa”. Guardia considera que el paso dado por el Gobierno de Francia “es en estos momentos tan exagerado como rentable para sus intereses económicos”. Comparte esta tesis Miquel Gotanegra, presidente de la Associació d’Hostaleria del Alt Empordà y de la Associació de Càmpings de Girona. “Ya sabemos que los franceses son muy proteccionistas y aprovechan cualquier motivo para potenciar su turismo”

Roger Pallerols, presidente del Gremi de Restauració de Barcelona, no esconde que la recomendación hecha ayer por ese ministro en Francia “es una mala noticia”. Pero a renglón seguido añade que el sector de los restaurantes en Barcelona “ha entrado en estos momentos en un agujero tan profundo por la falta de apoyo de las administraciones, que lo de menos ya es si nos visitarán este verano más o menos turistas franceses”. Pallerols no deja pasar la oportunidad para criticar que “estas situaciones las estamos provocando, a veces, nosotros mismos con un mensaje demasiado alarmista sobre la evolución de la pandemia”. Al igual que Guardia considera que el problema sanitario actual nada tiene que ver con lo vivido el año pasado. “Para solucionar esto hay que saber vender confianza y seguridad y se recupere la total movilidad”. Mientras eso no ocurra, con decididas políticas y recursos públicos, Catalunya y especialmente Barcelona serán víctimas “de esa competencia feroz que ahora impera en el sector turístico”, añade Pallerols.

Manel Casals, director general del Gremi de Hotels de Barcelona, afirma que están ya acostumbrados a “recibir una noticia que suma el mismo día que se informa de otra que resta”. Así que lo de Francia, “sería más de lo mismo”.

Clèment Beaune, lejos de conformarse con la recomendación de no viajar a España, recalcó que el destino más peligroso es Catalunya, “donde los franceses se reúnen para ir de fiesta”. Una certera estocada, que se interpreta como parte de esa estrategia “de barrer para casa, algo que los franceses saben hacer muy bien”, afirma, Frederic Carbó, presidente del Patronat de Turisme y de Comerç Figueres.

En la Costa Brava, con mucho cliente francés, están especialmente preocupados. Es muy pronto aún para augurar si el consejo se va a traducir en anulaciones. Sí que hay muchas llamadas, revela Guillem Pladellorens, dueño del hotel Del Mar de Roses, de clientes extranjeros “que preguntan por las restricciones”. Ya se verá si esos viajeros hacen más caso a los hoteleros, que a los consejos de sus políticos.

En el caso de las casas rurales el temor a perder clientes es menor “ya que el cliente francés que tenemos es muy fiel, se desplaza en coche y ya nos conoce”, afirma Ferran Puig, presidente de la Confederació Catalana d’Agroturusme i Turisme Rural (Concatur).