(CNN) — Aunque la pandemia está lejos de haber terminado, muchos de nosotros tenemos la esperanza de que 2022 sea el año en que finalmente podamos volver a ampliar nuestros horizontes de viaje.
Y ahora —en un suceso que ya es una tradición de fin de año tanto como el pavo de Acción de Gracias o el armado del árbol— las editoriales de viajes están publicando sus recomendaciones anuales sobre a dónde viajar en el año próximo.
Días atrás, Lonely Planet recomendó Eslovenia, Omán y Mauricio, y ahora le toca el turno a National Geographic, que lleva educándonos sobre nuestro planeta desde 1888.
Para su lista de 2022, los equipos editoriales de National Geographic de todo el mundo han seleccionado 25 destinos «imprescindibles». Estos se reparten en cinco categorías —naturaleza, aventura, cultura, sostenibilidad y familia—, con especial atención a los parques nacionales y la vida salvaje, las actividades y experiencias al aire libre, los viajes ecológicos y los viajes multigeneracionales.
«En muchos sentidos, la pandemia supuso un momento para que los viajeros y las comunidades de todo el mundo reflexionaran y se reagruparan sobre cómo exploramos el mundo», afirma George Stone, editor ejecutivo de National Geographic Travel.
«Con la lista de este año, Nat Geo echa un vistazo a lo que es diferente, nuevo e inspirador, desde el nuevo sendero para bicicletas del río Sena en Francia hasta el Parque Nacional Chimanimani, un nuevo parque nacional en Mozambique que muestra el compromiso medioambiental del país».
En la categoría de cultura, Procida, una pequeña isla frente a la costa de Nápoles, es la Capital Italiana de la Cultura para 2022, mientras que el legendario centro musical londinense Tin Pan Alley ha tenido un reciente resurgimiento, con la apertura de tres nuevos locales de música.
Hokkaido, la isla situada más al norte en Japón, es famosa por su belleza natural, sus cascadas impresionantes y su rica fauna y flora, pero también por el patrimonio único de su pueblo indígena ainu.
En cuanto a la sostenibilidad, National Geographic elige el Parque Nacional Yasuní de Ecuador, una reserva de la biosfera en el Amazonas que actualmente está amenazada (la semana pasada, apenas, se talaron partes de la selva para construir una carretera petrolera y oleoductos).
En Polonia, la ciudad industrial postsocialista de Łódź se ha convertido en un próspero centro de cultura alternativa, negocios y finanzas. Las fábricas de algodón que salpican su paisaje urbano se han reconvertido en galerías, museos, salones de convenciones y centros comunitarios, mientras que el centro de la ciudad se viste con llamativos murales.
En cuanto a naturaleza, la franja de Caprivi, en Namibia, es un destino de safari muy prometedor. En su día estuvo prohibida por la larga guerra fronteriza que asoló esta región, pero ahora están resurgiendo allí los campamentos y alojamientos para safaris. Los visitantes pueden disfrutar de varios parques nacionales de gran tamaño, muchas vías navegables y una proporción impresionantemente alta de vida salvaje en relación con los residentes humanos.
Las aguas milenarias del lago Baikal, conocido como el «Mar Sagrado» de Rusia, son más grandes que todos los Grandes Lagos de América del Norte juntos, y constituyen cerca de una cuarta parte de las reservas de agua dulce de nuestro planeta.
El turismo aquí no está exento de polémica: actualmente es el escenario de una batalla feroz entre el Estado, una población local que depende de los ingresos del turismo y los ecologistas preocupados por el desarrollo masivo que daña su delicado ecosistema.
A quienes están en busca de aventura se les recomienda que prueben la nueva ruta ciclista La Seine à Vélo, de 420 kilómetros, que va de París al mar de Normandía. O, si lo que te gusta es el senderismo, está el sendero Sentier Nepisiguit Mi’gmaq, de 147 kilómetros, en Nuevo Brunswick (Canadá). Sigue el río Nepisiguit desde la Reserva Natural de Daly Point hasta el Parque Provincial del Monte Carleton.
Los esquiadores y practicantes de snowboard deberían dirigirse a Arapahoe Basin, en Colorado, una estación de gran altitud con pistas para expertos y principiantes.
Para los viajes en familia con los seres queridos, la selección de National Geographic incluye la extensa costa suroeste de Turquía, una delicia mediterránea no tan conocida que en la antigüedad se llamaba Licia. La navegación es la forma perfecta de explorar sus bahías y calas solitarias.
Otra opción para buscar el sol es Bonaire —conocida, junto con Aruba y Curaçao, como una de las islas ABC—, que está cerca de Sudamérica y un poco fuera de lo que se considera el cinturón de huracanes. El esnórquel y el buceo son especialmente buenos en sus aguas prístinas, donde la visibilidad submarina puede superar los 30 metros, lo que permite unas vistas maravillosas de los arrecifes de coral y los naufragios olvidados.