El mar del Bósforo, una impresionante extensión de aguas azules

El mar del Bósforo, una impresionante extensión de aguas azules
El mar del Bósforo, una impresionante extensión de aguas azules

Convencida del ambiente mágico que rodea a Estambul, la capital de Turquía, la realidad superó a mi imaginación. Lle-gamos a una zona muy hermosa, por sus reservas naturales y sus fascinantes tesorosos históricos, artísticos y arqueológicos. 

Un pie en Asia y otro en Europa, una conjunción de  civilizaciones y geografías, y la confluencia de tres impresionantes extensiones de agua: el Bósforo, el Mar de Mármara y el Mar negro.  

Al llegar a Constantinopla, de inmediato observamos su arquitectura deslumbrante, las doradas cúpulas de las mezquitas y los palacios, la compleja superposición de muchas culturas y civilizaciones milenarias: desde la Constantinopla grecorromana – capital del imperio bizantino y la mayor ciudad del mundo antiguo en el siglo VI-  hasta la República Turca de los tiempos modernos, una gran urbe con doce millones de habitantes, dinámica y progresista.  

 El modo natural de abordar esta megalópolis es en un paseo en barco por el Bósforo. La ciudad ofrece una vista sin igual, donde los límites de la parte más antigua describen el cuadrante de las murallas (una de las infraestructuras más importantes de la ciudad), también se observa la emblemática catedral de Santa Sofía de Constantinopla, la Mezquita Azul, el palacio de Topkapi y la plaza de adoquines del famoso bazar de las especies, que visitamos al finalizar el paseo las aguas del Bósforo.   

La confluencia de dos continentes

Estambul se levanta en la confluencia de dos continentes y fue, sucecivamente capital de 3 grandes imperios: el Imperio romano de Oriente, el Imperio Bizantino, y el Imperio Otomano. La ciudad ha sido conocida primeramente como Bizancio, después como Constantinopla, y Estambul en la actualidad, esta urbe ha sido escenario de cruciales hechos políticos, religiosos, artísticos y culturales, tanto de Europa como de Asia a lo largo de más de dos mil años.

El sitio que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985, incluye cuatro zonas representativas de los períodos más importantes de la ciudad, observables en sus monumentos más simbólicos: el parque arqueológico, en el extremo de la península, el barrio de Solimán, el barrio de Zeyrek y la zona de los baluartes.  

La catedral Santa Sofía de Constantinopla

La visita panorámica de la ciudad incluye monumentos que han ejercido gran influencia en el desarrollo de la arquitectura y las artes monumentales tanto en Europa como en Asia, entre ellos:  

La catedral de Santa Sofía, el palacio Topkapi, las mezquitas, las basílicas, los museos, son espacios urbanos que visitan a diario, turistas procedentes de todas las latitudes. Constantinopla es una ciudad única que surgió como una gran capital por su localización estratégica, por su potencial comercial, y como símbolo del poder del emperador Constantino.   

La iglesia actual de Santa Sofía fue realizada por Justiniano en el marco en el marco de la “Renovatio Imperi”. La nueva Santa Sofía (la primigenia se terminó de construir en el 360 d. C.) tuvo una planta cuadrada y una bóveda sobre pechinas que se convirtió en un modelo a imitar, documentado en la historia de la arquitectura universal. Bandirma, Balikesir, Efeso, Kusadasi, Izmir, la tercera ciudad de Turquía, Cesme, fueron las ciudades que conocimos en la hermosa tierra de Turquía.