No son dos como se dijo inicialmente sino cuatro cruceros de Royal Caribbean los que tendrán que quedarse en puerto por culpa del Covid, presente actualmente en casi todos los barcos. Con la variante Omicron, mucho más contagiosa que las anteriores, los cruceros se han convertido en un foco de problemas. No hablemos de lo bajas que están las reservas, después de casi dos años de paralización de la actividad.
La naviera, una de las tres grandes (con Carnival y Norwegian), dijo que la medida era puro “exceso de precaución”, pese a las abundantes medidas de control que se adoptan, exigiendo la vacunación de todos los que están a bordo y la aplicación masiva de pruebas diagnósticas frecuentes.
Los viajeros que se han visto afectados por la paralización de estos cuatro cruceros recibirán su dinero de vuelta. Los buques afectados son Vision of the Seas, que volverá a navegar desde el 7 de marzo; el Serenade of the Seas, que deja de navegar hasta el 5 de marzo; el Jewel of the Seas, que quedará en puerto hasta el 12 de febrero y, finalmente, el Symphony of the Seas, que seguirá en puerto al menos hasta el 22 de enero.
La compañía explicó que “lamentamos cancelar las vacaciones de nuestros clientes; apreciamos su lealtad y comprensión”, por no decir la valentía, y ratifica su voluntad de volver a navegar a la mayor brevedad.
Visto desde el punto de vista financiero, las navieras son las mayores víctimas de la crisis del Covid.