A pie por El Conde. La calle mira hacia el Ozama

A pie por El Conde. La calle mira hacia el Ozama
A pie por El Conde. La calle mira hacia el Ozama

Carmenchu Brusíloff
Santo Domingo

Quien camina por El Conde pocas veces se percata de que el inicio de esta calle mira hacia el río Ozama. Es que el desnivel del terreno solo permite ver el río desde el extremo oriental de esta calle, que empieza en la escalinata de piedra que desciende hasta la Avenida Pte. Caamaño.

Desde lo alto, mientras una joven sube y baja los peldaños ejercitándose. miro el fluir del Ozama que separa el Distrito Nacional de Santo Domingo Este.

Me encuentro al lado (noreste) del edificio que alojó el periódico El Caribe. Hoy, en la esquina con Las Damas funciona un restaurante: el 1502, del Hotel Nicolás de Ovando. Echo un vistazo en derredor: en la esquina noroeste se levanta la casa donde según la tradición Hernán Cortés organizó la expedición de la conquista de México. Ahora acoge una extensión del Centro León de Santiago. En su cercanía, dos cochecitos eléctricos esperan clientes.

En dirección oeste, camino por El Conde desde la calle Las Damas bajo frondosos árboles, mientras pasan junto a mí pequeños grupos de turistas que hablan distintos idiomas. Al aire libre hay unos cuantos clientes a las mesas de restaurantes. De repente, unos adoquines hundidos me provocan un traspiés.

Con el remozamiento de la Ciudad Colonial, anunciado por el Ministerio de Turismo, espero que el problema de los adoquines y el del mal olor que a ratos esparce la brisa por la zona quedarán resueltos.

Al cruzar la Isabel la Católica, por la esquina donde estaciona el trencito turístico, una voz clama: ‘¡Cristo viene!’.

En los bancos del Parque Colón la presencia variopinta de ciudadanos es mayormente masculina. Por el aire y en el suelo revolotean las palomas. Me desagradan por sus desperdicios: perjudican monumentos y transmiten enfermedades. Este tramo hasta la calle Arzobispo Meriño es el más concurrido de El Conde. Las mesas exteriores de los restaurantes llenan la calzada. Están casi todas ocupadas a las 10:30 de un martes laborable. Un guitarrista camina entre ellas cantando con suave voz. De repente, la tambora de un conjunto típico interrumpe el momento de romanticismo musical. Me pregunto cuál música preferirán los turistas.

Casas de los 1900

Entro al Centro Comercial Colón. Un cartel señala Fábrica de Tabacos Caoba, en segundo piso. En el primero, un laboratorio anuncia pruebas Covid-19. La siguiente casa, construida en 1970, fue sede del Bank of America. Una placa identifica sus arquitectos: William Reid Cabral y Guillermo González. A su lado, levantada en 1920 está la casa 107. En la década de los 50 alojó la Farmacia Central, propiedad de la familia Marrero.

Paseo

En los años 50 El Conde, sin ser peatonal, era el paseo de la juventud capitaleña. Al presente es peatonal e intenta atraer tanto a paseantes como a compradores, tanto a jóvenes como a adultos y ancianos, tanto a nativos como a extranjeros.

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