Un hotel cápsula en medio del desierto

Un hotel cápsula en medio del desierto
Un hotel cápsula en medio del desierto

Ricardo Segura
EFE

El ‘podtel’ DistrictHive, similar a un contenedor en parte acristalado, incorpora Inteligencia Artificial, se maneja mediante una ‘app’ móvil, produce su propia agua a partir de la humedad del ambiente y del aire, así como electricidad a partir de la energía solar. Cuenta con su propia gestión de aguas residuales.   

Ubicado en el desierto de Gorafe (Granada, España), un paraje donde predominan unas formaciones geológicas arcillosas abarrancadas y de tonos colorados, y que conforme avanzan las horas del día, ofrece una impresionante amalgama de formas y una cambiante paleta de ocres, bermellones y amarillos.

Este hotel cápsula es el primero de otros muchos que se instalarán en puntos recónditos y espectaculares del planeta, formando la ‘Colonia Podtel’ global, un concepto innovador de alojamientos autónomos de alta gama que ofrecerán a los huéspedes una experiencia única de inmersión en el entorno.

El desierto de los Coloraos de Gorafe, de más de 1.400 kilómetros cuadrados, está situado en la parte septentrional de la comarca de Guadix (Granada, España) y debe su nombre a los colores rojos de sus tierras y a la diversidad de formas generadas por las peculiaridades de la erosión y la falta de vegetación.

Con el paso del tiempo, se han formado en la zona las denominadas “badlands” o “malas tierras”, de una aridez extrema y con un perfil abarrancado. 

Esto ha dado lugar a una serie de cañones, cárcavas (socavones), barrancos, canales y otras formas geológicas caprichosas que han compuesto la panorámica de este desierto, considerado como uno de los más adversos de Europa.

En este grandioso paisaje agreste, en medio de un entorno despejado y con unas vistas espectaculares, está instalado el primer ‘hotel cápsula’ o ‘podtel’ autónomo y transportable, un alojamiento de lujo, independiente energéticamente, respetuoso del medio ambiente, autosuficiente y equipado con tecnologías avanzadas, que establece un nuevo concepto hotelero.

Un enfoque arquitectónico innovador. 

En este proyecto se utiliza la arquitectura como vía de transformación, como herramienta para cambiar estándares preestablecidos y buscar una mejora constante e inteligente, en la forma en que nos desenvolvemos y relacionamos con nuestro ambiente, destacan sus impulsores (www.districthive.com). 

El ‘podtel’, con capacidad para cuatro personas, controlado por Inteligencia Artificial y que se activa y maneja mediante una ‘app’ para dispositivos móviles, junto con la riqueza paisajística del desierto y la gran variedad lumínica y cromática que exhibe a distintas horas del día y la noche, crean una fusión única entre la naturaleza más espectacular y la arquitectura más rompedora.

Esta singular mezcla de modernidad y naturaleza, de arquitectura y medioambiente, atrae a un creciente número de marcas y profesionales de la fotografía, la publicidad, la moda y el cine, que encuentran allí el escenario ideal para sus sesiones, retratos, ‘spots’ publicitarios, ensayos documentales y trabajos visuales. 

Esta simbiosis propia del ‘Land Art’, corriente contemporánea en la que se entrelazan el paisaje natural y la obra artística, también es el destino favorito de ‘influencers’ de las redes sociales, que cautivados por el paisaje y las prestaciones del podtel, lo han elegido inspiración para sus publicaciones en línea.

El hotel cápsula DistrictHive (DH) es un pequeño módulo acristalado de 35 metros cuadrados (m²) dividido en varios espacios y cuenta con una terraza abierta.

Los 30 m² interiores del podtel alojan un cuarto de baño, una cocina-estar-comedor, un dormitorio (una cama doble y dos individuales ocultas), armarios modulares multifuncionales y estanterías, así como un pequeño y necesario cuarto de instalaciones donde se concentran todos los equipos técnicos. 

Independencia y eficiencia energética.

Su eficiencia térmica, que ofrece a los huéspedes una temperatura adecuada en todo momento, y el exquisito cuidado en los detalles del mobiliario, paredes, acabados y espacios de almacenaje, lo convierten en un lugar lujoso y cálido, para reconectar con la naturaleza y admirar nuestro impresionante planeta, sin renunciar a los lujos y comodidades, según DH. 

Este hotel ecológico genera su propia agua a partir de la humedad del ambiente y del aire, y su propia electricidad a partir de la energía solar, y cuenta además con su propia gestión de aguas residuales, transformando los residuos en cenizas y depurando las aguas mediante un doble filtrado para que el líquido resultante sirva para el riego, según sus diseñadores y constructores. 

La cápsula está controlada por una Inteligencia Artificial, llamada ‘Hivemind’, y cuenta con un sistema electrónico propio que monitoriza todos los sistemas y el consumo de energía.  

La total autonomía del módulo, el cual es totalmente ‘off grid’ o ‘fuera de la red’ (no está conectado a las redes de abastecimiento de agua, alcantarillado, gas natural y eléctrica) hace que no sean necesarios servicios comunes y complementarios, optimizando el consumo de recursos y reduciendo la huella de carbono.

En la construcción se han utilizado materiales de altas prestaciones, y se han incorporado aislamientos continuos, vidrios aislantes y fachadas ventiladas, en espacios tan reducidos, que implican un trabajo de gran precisión que en parte se asemeja al proceso de desarrollo de un vehículo, según el arquitecto Carlos Abadía, del estudio MOHO, responsable del proyecto.

Señala que el “podtel”, que se puede alquilar a través de su propia web y de las plataformas Booking y Airbnb, es una construcción industrializada y replicable, que se ofrece terminada, se transporta al emplazamiento y en unas horas está lista para ser habitada, activada y utilizada.

Una cápsula de lujo y también sostenible. 

El hotel cápsula “no toca el suelo sobre el que se asienta, carece de cimentación y no requiere ningún tipo de canalización, tuberías, ni saneamiento. Su sistema de apoyo cuenta con seis patas que, a modo de nave espacial aterrizada en Marte, se posan sobre el terreno”, explica Abadía.

Es un espacio habitable, inmerso en el entorno y el clima que lo envuelve, y enfocado en el turismo sostenible que “nos pone frente a la naturaleza ayudándonos a contemplar la belleza y la magia de los acontecimientos climáticos”, enfatiza. 

Este hotel cápsula está pensado como el primer “podtel” de otros muchos que seguirán instalándose en diferentes puntos recónditos y bellos del planeta para formar lo que sus creadores ya han denominado la ‘Colonia Podtel’ global. 

«Buscamos cambiar el concepto de turismo de lujo, poniendo el foco en el disfrute del paisaje único, salvaje y bello que nos ofrece la naturaleza, respetándolo al máximo y hermanándonos con ese espacio”, asegura Priyesh Patel, director ejecutivo de DH, la empresa promotora y creadora del primer hotel cápsula autónomo y autosuficiente.

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