En el norte de Inglaterra, en la región de Yorkshire, se encuentra el río Wharfe, un torrente de agua encantador perfecto para darse un chapuzón o un paseo relajante.
El río serpentea y pasa entre árboles altos, playas pedregosas y cantos rodados de color verde brillante cubiertos de musgo a lo largo de 104,6 kilómetros. En su recorrido, pasa por el encantador Priorato de Bolton del siglo XII. Pero el río también tiene una historia notoria digna de una película de terror, particularmente en la parte cercana al priorato llamada: Bolton Strid.
Las aguas de esta parte del río Wharfe son tan traicioneras que si alguien se desliza y cae allí, es poco probable que vuelva a emerger. De hecho, según la leyenda local, el 100 por ciento de las personas que han caído en el Bolton Strid han muerto, y muchos de sus cuerpos nunca han sido recuperados.
Justo unos metros antes del Bolton Strid, donde el río tiene unos 30 pies de ancho, el agua fluye lenta y tranquilamente. Pero gracias a una extraña formación geológica, el río se aprieta abruptamente en el Bolton Strid, encauzando cientos de galones de agua a través de un diminuto canal de seis pies.
Así entonces, el agua viaja más rápido y se agita de lado a lado, hacia arriba, hacia abajo y en todas direcciones, lo que hace que surjan burbujas y remolinos que pueden succionar rápidamente a una persona.