El turismo es una de las cuatro patas de la mesa de generación de divisas para el país junto con las exportaciones nacionales y de zonas francas, la inversión extranjera directa y las remesas que envían los dominicanos residentes en el exterior a sus familiares y amigos aquí.
Pero la actividad turística tiene también la característica positiva de que forma un amplio encadenamiento económico, con la generación de empleos directos en los hoteles y los indirectos a través de las diversas empresas que suplen servicios a su alrededor.
Se conoce como la industria del entretenimiento, esa que está compuesta por “hoteles, bares y restaurantes” y todo a su alrededor implica movimiento de la economía y generación de divisas.
Para considerar la recuperación del turismo, que fue el más golpeado por la paralización de las actividades y el confinamiento durante la pandemia del covid-19, es preciso comparar los resultados actuales con los del 2019, año previo al virus que ya, afortunadamente, está prácticamente superado.
Las cifras de 2020 fueron fatales, mientras las de 2021 marcaron el camino a la recuperación, pero sin que se haya acercado a los niveles de 2019. Por eso, el 2022 ha de apuntar a una verdadera recuperación.
Las autoridades del Ministerio de Turismo han estado destacando a nivel estadístico el hecho de que la llegada de visitantes extranjeros y dominicanos no residentes al país en los primeros tres meses de este año supera por mucho los registrados en igual período de 2020 y de 2021.
Sin embargo, eso es hacerse una estimulación mental equivocada, al pretender que se ignoren los indicadores de 2019, previos a la pandemia, los cuales, incluso, tampoco fueron buenos, pues en ese año el sector turismo no creció más que un 1% en comparación con el 2018. Aun así, debe ser el año de referencia.
¿Cómo andamos? En proceso de recuperación, pero todavía lejos de la meta deseada. En marzo de 2022 se registró la llegada de 617,756 turistas, lo cual es muy superior a los 313,289 llegados en el mismo mes de 2021 y los 270,049 de 2020.
Sin embargo, esa cantidad es menor en un 8.2% a los 672,969 extranjeros y dominicanos no residentes que vinieron en marzo de 2019, cuando no había pandemia. Lo mismo ocurre con el primer trimestre completo, un espacio de temporada alta, por lo que es la época en que han de llegar más visitantes. Para ese período de este año el país recibió 1,714,947 turistas. Esa cantidad implica una caída de -8.6% en comparación con los 1,876,144 visitantes de igual trimestre de 2019.
Nada hace el ministro de Turismo, David Collado, a quien se le reconoce una alta eficiencia y trabajo constante en procura de la recuperación del sector, cuando destaca en su exposición mensual de indicadores turísticos el crecimiento de este año en comparación con el primer trimestre de los años 2020 y 2021. Esto así, porque esos no son los años a superar. La meta debe ser alcanzar lo que teníamos en 2019 y superarlo, lo cual parece que será muy difícil si estamos abajo en un 8.6% y las perspectivas en el futuro inmediato no se ven bien.
El enfrentamiento bélico de Rusia y Ucrania ha provocado cancelaciones de vuelos de turistas de esas naciones que cada año vienen al país. A eso se agregan otros elementos relacionados que afectan o limitan las vacaciones de ciudadanos de otras naciones cercanas en Europa y hasta desde Estados Unidos, por su vinculación indirecta con esa situación.
El turismo va bien, está en proceso de mejoría, pero no está todavía en buen momento. Seguimos sin recuperar lo que teníamos antes de la pandemia y al llegar a esa meta, entonces habrá que trabajar mucho más para empezar el sendero del crecimiento real.
Nada o poco se hace con presentar medias verdades estadísticas cuando la realidad es que, hasta ahora, el turismo registra un decrecimiento de 8.6% en comparación con 2019, que, repito, no fue un buen año, por las campañas de descrédito que limitaron muchas visitas, pero es, de todas formas, el año de referencia para medir los niveles de recuperación.