El sistema de producir, usar y tirar dominante durante la revolución industrial está dando paso a uno basado en la economía circular. La transición hacia ese modelo es uno de los grandes vectores de innovación.
Segittur ha presentado la Guía Práctica para la Aplicación de la Economía Circular en el Sector Turístico en España, junto con dos manuales que recogen hoja de ruta y buenas prácticas para destinos y empresas turísticas.
«La pandemia ha reforzado la importancia de la sostenibilidad y de la economía circular, a la vez que ha acelerado el cambio en la agenda de prioridades del Turismo y la obligación de no retrasar el proceso de transformación del turismo hacia un modelo más equilibrado», ha señalado el presidente de Segittur, Enrique Martínez. «Estamos convencidos de que el turismo será circular o no será. El sistema de producir, usar y tirar está dando paso a uno basado en la economía circular, donde se reduce el número de residuos, mejora la eficiencia de las empresas, la calidad ambiental y el desarrollo sostenible del turismo, lo que va a contribuir a un modelo turístico mas sostenible y equilibrado», añade
Esta guía hace un repaso por la importancia que ha adquirido la economía circular para la economía en general, y para el sector turístico, en particular, donde se menciona entre sus beneficios para el sector el ahorro de costes para las empresas, a lo que se suma el beneficio reputacional y el bienestar social.
El informe subraya la capacidad de la industria turística española para estimular el cambio de un modelo económico no sólo en los subsectores que lo componen, sino en el resto de los sectores de la economía, ya que puede actuar como motor de arrastre y regeneración.
Medidas para la aplicación
Entre las medidas que este informe propone para el turismo se incluyen las siguientes: reducir el uso de energía y recursos no renovables, autoproducción de energía de fuentes renovables, elección de productos de consumo reciclados, suministro de productos locales y de temporada o minimizar la generación de residuos en las instalaciones turísticas.
Asimismo, incluye la puesta en marcha de acciones de cero residuos plásticos, la gestión optimizada del agua y la realización de proyectos de edificación o restauración que permitan la reutilización y reciclaje de materiales. Por último, el informe pone de relieve la transición hacia la economía circular en el sector turístico exige la participación de todos los actores relevantes, en particular los turistas y la población residente.