Según la aseguradora española Mapfre SA (MAP), el número de viajeros que declaran haber perdido su equipaje este verano boreal ha aumentado un 30% con respecto a 2019.
Esto en un momento en el que aeropuertos y las aerolíneas, ambos lidiando con una escasez de personal, enfrentan dificultades para mantener la gestión de los equipajes junto con el aumento de la demanda de viajes.
Algunos de los viajeros han colocado dispositivos de seguimiento en su equipaje para controlar sus pertenencias como manera de tomar control del asunto.
No se ha tenido que producir reembolso ya que la mayoría de los equipajes perdidos terminan reapareciendo, según la aseguradora.
Muchos pasajeros han perdido sus vuelos de traslado o se han visto obligados a dejar sus pertenencias atrás. KLM (AF), que gestiona parte del equipaje en Ámsterdam Schiphol, afirma que la acumulación de varios miles de maletas varadas se ha reducido finalmente a cientos. Pero el problema sigue siendo generalizado en toda la región.
El aeropuerto londinense de Heathrow, que en su día se consideraba la puerta de entrada a Europa, pidió recientemente a las compañías aéreas que limitaran la venta de boletos para limitar el número de pasajeros diarios hasta septiembre. La semana pasada, Delta Air Lines Inc. (DAL) también desplegó un avión de fuselaje ancho sin pasajeros para recoger 1.000 maletas varadas.
Ni siquiera los pasajeros con seguro de viaje se salvan de los problemas de los aeropuertos en vacaciones. En el Reino Unido, cuatro de cada diez pólizas no protegen contra las huelgas, según informó la asociación de consumidores Which? en su informe anual.