Aunque la propuesta del presidente de la Cámara de Diputados de solicitar al gobierno en cese de operaciones de JetBlue en el país por supuestos maltratos contra dominicanos es inviable, el planteamiento de posibles sanciones a la compañía sí sería correcto.
Así lo manifestó Luis José Chávez, asesor de comunicación del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), explicando que la salida de JetBlue afectaría en gran medida el turismo dominicano, ya que es la principal línea aérea que conecta a República Dominicana con Estados Unidos, uno de los principales mercados turísticos del país.
«Yo no creo que esa propuesta de Alfredo Pacheco sea viable, sea materializable, porque más del 99 por ciento de los turistas que llegan al país es por vía aérea. En consecuencia, el país realmente tiene que hacer todo lo necesario para preservar y crear todas las condiciones para que vaya creciendo de manera sostenible la industria turística», indicó.
Sin embargo, dijo que, ciertamente, desde hace mucho tiempo los usuarios de los servicios de JetBlue se han quejado «por el maltrato y el descuido» con que se manejan las relaciones con los clientes.
«La verdad es que esa iniciativa ha tenido la virtud de llamar la atención, y por lo menos, probablemente generar algunas acciones rectificadoras, ya sea adoptadas por autoridades que tienen que ver con la regulación del sector aeronáutico, o ya sea por la propia línea aérea», precisó.
Este lunes, el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, dijo que pedirá «por escrito» al Gobierno que cancele la licencia de operación de la aerolínea estadounidense JetBlue por el supuesto maltrato que ofrece a los dominicanos.
Indicó que el sábado y domingo pasado pudo «palpar en carne propia» los presuntos abusos que comete JetBlue los que calificó de «tétricos».
El legislador narró durante la sesión de este lunes en la Cámara de Diputados, que viajó a Puerto Rico el sábado en uno de los aviones de esa aerolínea a cumplir con un compromiso de un organismo legislativo regional.
Afirmó que su vuelo estaba programado para partir del Aeropuerto Internacional de las Américas a las 2.00 de la tarde del sábado pasado y que finalmente despegó tres horas y media después, además de que la aerolínea cambió en cinco oportunidades la puerta de abordaje.
«Recibimos todos los pasajeros un trato horrible, nos trataron como vacas, chivos, con una descortesía tremenda, (la tripulación) nunca hablaron en español y el avión estaba en muy malas condiciones», aseguró Pacheco.