Los precios de los hoteles londinenses se han disparado para este fin de semana, previo al funeral de la reina Isabel II. La semana de duelo, con incontables ceremonias, ha supuesto un importante aumento del número de visitantes a la ciudad, muy especialmente desde Estados Unidos, país que adora las monarquías y todo el protocolo que las rodea (La emotiva despedida de British Airways a la reina Isabel II de Inglaterra).
En general, el precio medio de una habitación hotelera en Londres, que era de unos 250 euros antes de la muerte de la reina, se ha incrementado a prácticamente los 400 euros por noche, según los sistemas de seguimientos de precios hoteleros.
Estos precios medios, como es de imaginar, ocultan una gran disparidad entre los más altos y los más bajos. Son los primeros los que provocan más sorpresa, porque se trata de un público selecto, que acude masivamente a los eventos reales. Hoteles de gran lujo, como el Dorchester o el Claridge han subido hasta prácticamente las mil libras la noche, cuando se encuentra una habitación. La noche del domingo al lunes está prácticamente agotada, incluso a estos precios.
El miércoles de esta semana, una habitación en un hotel de cinco estrellas –lo que no significa gran lujo en Londres– costaba para este lunes las 1.200 libras, algo más en euros, con unos ratios de ocupación del 95 por ciento.
La enorme mayoría de los clientes son extranjeros que no quieren perderse un evento que no se volverá a producir durante muchos años, aunque no tantos como esta vez.
Los hoteles medios también están a rebosar, como es el caso de la cadena Premier Inn, que no tiene ninguno de sus establecimientos de Londres con plazas disponibles. La cadena hotelera más económica del país, Travelodge, que tiene 78 hoteles en la capital, dijo que tenía una demanda extraordinaria. Ayer, una habitación de hotel para este fin de semana en esta cadena, habitualmente la más barata, costaba siempre más de 150 libras la noche, aproximadamente tres veces más del precio habitual.
Tal es el impacto de todo el turismo que se mueve en torno a la Casa Real, que una empresa de estudios económicos pronostica que el funeral habrá supuesto un incremento del PIB del país de un 0,2 por ciento.
También los vuelos entre Estados Unidos y Londres habían subido de precio estos días, aunque en proporciones más modestas que los hoteles. La demanda ha crecido significativamente, pero la oferta también.