Entonces ¿puede el obsequio valorado en 2 mil millones de dólares hongkoneses (US$255 millones) dar vida al territorio, a pesar de que todavía tiene algunas de las reglas de covid más estrictas del mundo?
Para negocios locales como la empresa de Paul Chan que organiza recorridos a pie, cualquier impulso es bienvenido.
«Regalar boletos gratis para atraer turistas es, por supuesto, algo bueno», dice Paul con una sonrisa de alivio.
«Pero quiero saber más sobre a quién se los van a dar, si las aerolíneas pueden asumirlo y si esas personas afortunadas que vuelen gratis a Hong Kong se quedarán aquí el tiempo suficiente».