Estaba decorando mi arbolito al son de mis canciones favoritas y justo cuando sonaba el famoso “Feliz Navidad”, de José Feliciano, noté que una amiga llamaba insistentemente a mi celular.
Aquel desespero era extraño y aunque me considero una de las mas positivas en este planeta, pensé en malas noticias. Devolví la llamada y mi ritmo cardíaco comenzó a normalizarse cuando confirmé que no se trataba de alguna de las fatalidades que habían cruzado mi mente segundos antes.
Igualmente, se estrujó mi alma y lloré cuando desconsoladamente mi amiga me contó que esa tarde habían diagnosticado a su padre con esclerosis lateral amiotrófica; una de las enfermedades más devastadoras y mejor conocida como ALS, por sus siglas en inglés. Qué efímera es la vida…
Insólitamente, el mismo septuagenario que cinco días antes había viajado más de tres mil millas para llegar hasta California y festejar, estaba en un frío hospital con pocas esperanzas de volver a caminar y pensando en el día que no pueda tragar. Esta familia quebrantada me hizo reflexionar en millones de personas que mundialmente, tendrán una Navidad triste.
Unos sufren un divorcio, una enfermedad, un despido laboral o por quedarse sin hogar; mientras otros arriesgan todo por cruzar la frontera, por escapar de un bombardeo bélico o una monstruosa depresión. Y por supuesto, están los que han perdido un ser querido recientemente o en el pasado.
Si te sientes afligido y sin esperanzas de volver a sentir la alegría navideña, como motivadora, sobreviviente de cáncer, divorcio y perder a mi madre cuando niña, te aseguro que la próxima Navidad te sentirás mejor.
Cada día que pasa es un día menos de tu tribulación. Date permiso a no celebrar y pasar esta época de la manera que más te traiga paz. Reciba acceso digital ilimitado Pruebe 1 mes por $1 RECLAME SU OFERTA María Marín Pero si eres afortunado de estar alegre, se agradecido y piensa en otros; lleva comida a necesitados, llama a alguien enfermo o de luto, dona dinero, o eleva una oración. Y es que, tu pequeño gesto puede ser el milagro de navidad de otro. ¡Feliz Navidad, próspero Año y felicidad!