Aunque nos encontramos en épocas festivas, lleno de celebraciones y de encuentros con nuestros seres queridos; sin embargo, hay quienes pueden pasar un mal momento asociado con este momento del año por algo que es conocido como síndrome del corazón festivo.
Este síndrome está relacionado a problemas cardíacos que puede llegar a tener una persona que consume en exceso alimentos salados y alcohol, de lo cual abunda en Navidad y Año Nuevo.
La sal de las comidas y el alcohol pueden provocar que el corazón lata de forma irregular, un trastorno que se conoce como fibrilación auricular, que es un tipo de arritmia.
* Sensación repentina de palpitaciones
* Aleteo o aceleración en el pecho
* Falta de energía o cansancio excesivo
* Mareo o desmayo
* Dolor, presión o malestar en el pecho
* Dificultad para respirar, tanto haciendo actividades rutinarias como estando en reposo
La asociación entre el síndrome y el consumo de alcohol probablemente existe a partir de un nivel de consumo de al menos una bebida al día, aunque no se sabe con exactitud este dato. Una hipótesis es que el alcohol induce alteraciones en el sistema nervioso, que suele regular el ritmo cardíaco. El exceso de alcohol también puede alterar las señales eléctricas del corazón, que coordinan la contracción de las células cardiacas.
Lo importante a saber es que este síndrome puede ser reversible.Para evitar el síndrome cardíaco navideño, la clave es planificar con antelación y tomar todo con moderación durante las reuniones de fin de año. También es recomendable desayunar y comer menos si se sabe que harás una cena con más comida esa noche y no beber alcohol en exceso, así como hacer ejercicio.