Nadie huye antes de un conflicto que el turista. El viaje tiene que ser de placer, no de batalla. Por eso suena extrañísimo el anuncio de Haim Katz, el nuevo ministro de Turismo de Israel, integrante del gobierno de Benjamin Netanyahu, de promocionar el turismo en los territorios ocupados cisjordanos, en disputa entre Israel y los palestinos.
“Invertiremos en áreas que no reciben suficiente atención, incluyendo nuestra Toscana en Judea y Samaria”, o sea los territorios ocupados, dijo el ministro Katz en la ceremonia en la que su predecesor le entregaba el mando del ministerio.
“Vamos a mejorar la infraestructura y vamos a aumentar la oferta de camas. Cada israelí tiene que disfrutar las bellezas del país”, añadió en referencia a un territorio en disputa, que la comunidad internacional no reconoce como parte del país.
Actualmente, otros territorios palestinos sí son visitados por turistas, aunque las infraestructuras son de muy pobre calidad.