Hasta ahora, el alcohol en Dubái, territorio musulmán, tenía un impuesto del 30 por ciento. Pero desde el 1 de enero, según informan los medios locales, el país se pone ‘a tiro’ de los occidentales bajando impuestos.
La licencia para comprar alcohol, que tienen los no musulmanes mayores de 21 años, será gratuita.
Dubái hace tiempo que viene rebajando las restricciones contra el alcohol, prohibido por sus creencias religiosas.
A diferencia de otros países de la región, por supuesto Irán y también Arabia Saudita, Dubái tenía y sigue teniendo comercios en los que está permitida la venta de alcohol, aunque con licencia. Entre este tipo de comercios está la mayor parte de los bares, restaurantes y hoteles, además de algunas licorerías especializadas.
La única prohibición relevante en vigor afecta por un lado al consumo en la vía pública y, por otro, los nacionales en teoría no pueden consumirlo.
La medida de supresión del impuesto del 30 por ciento rebajará el precio del alcohol, a pesar de lo cual comprar una cerveza en el país sigue siendo espectacularmente caro. Medio litro estaba, antes de la rebaja fiscal, alrededor de los 15 dólares.
Dubái adopta esta decisión para mantener o incrementar su capacidad de atraer visitantes en relación con sus competidores, fundamentalmente Qatar y, en menor medida, Arabia Saudita, Omán y Abu Dabi.