En febrero de 2022, exactamente dos años después de la aparición del Covid, Australia, uno de los países que habían aplicado uno de los aislamientos más duros, reabría sus fronteras. Ahora, un año después, los turistas siguen sin llegar. O al menos, sin llegar como antes. La ausencia de los chinos ha sido demoledora para el país, que está turísticamente funcionando a medio gas (Australia también exige a los chinos test de Covid).
De manera que este ocho de enero, la apertura de las fronteras chinas puede ser un evento más importante aún que aquel febrero de 2022. En Australia, el principal mercado turístico es China. Es nuestra Europa.
Australia viene de tres años horribles en materia turística. Las entradas en 2020 cayeron un 95 por ciento. Eric Wong, responsable del turoperador CBT Holidays, declara a Al Jazeera que “inicialmente los gobiernos nacional y regional nos proporcionaron algunas ayudas que desaparecieron hace año y medio”, más o menos a la mitad de esta crisis. “Desde entonces hemos tenido que cerrar y esperar” añade.
Pero ahora todas las esperanzas descansan en que los chinos retornen. No hablamos sólo del turismo sino de los empresarios y de los estudiantes, que hace tres años que no pisan el país. “El negocio va a volver y espero que podamos tener beneficios nuevamente”.
Ahora, sin embargo, comienzan los obstáculos: por un lado, Australia ha obligado a que los viajeros demuestren no tener el virus y, por otro, los precios de los billetes de avión se han disparado. “Antes, el precio de un vuelo ida y vuelta a desde China era de unos mil dólares australianos y ahora es de unos ocho mil”, lo que dificultará los viajes, si bien se espera que en breve se recuperen también las rutas aéreas hoy desaparecidas.
Las aerolíneas chinas han reiniciado los vuelos, aunque no sea más que muy modestamente, pero las aerolíneas australianas no han fijado fechas.
Los empresarios temen también a las reticencias del gobierno, nada dispuesto al parecer a incentivar el turismo procedente de este país.
No obstante, aunque el optimismo ha vuelto, el turismo puede aún tardar meses en acercarse a la normalidad. “Ahora tenemos que volver a contactar con los mayoristas chinos para ofrecer paquetes turísticos, tanto ellos para los australianos como nosotros para los chinos. Esto exigirá aún unos meses”, añade el portavoz de la agencia CBT.