El Parque Nacional Cueva de las Maravillas, ubicado entre las provincias San Pedro de Macorís y La Romana, es un sistema de cuevas que cuenta con cientos de pictografías y petroglifos taínos bien conservadas, que datan de miles de años.
Con una profundidad de 25 metros bajo tierra las cuevas exhiben más de 500 pictografías de gran valor arqueológico y pequeños lagos subterráneos.
Los veinticinco o 35 minutos que tarda el recorrido se hace a través de un sendero de 240 metros lineales, un elevador y rampas para personas discapacitadas.
Disfrutar de esta maravilla en la que el visitante recibe información de un guía sobre el arte rupestre, las estalagmitas y estalactitas descubiertas allí, tiene un costo de 300 pesos para adultos y 100 pesos para niños hasta 12 años.
Las fotos, videos o escuchar música están prohibidos y antes de iniciar el recorrido se recomienda hablar en voz baja.
Además de conocer la maravillosa historia que encierran las cuevas, el visitante tiene otras opciones: un paseo a caballo en el Centro Ecuestre y la entrada al Laberinto ornamental, dos atractivos solicitados por niños, adolescentes y jóvenes.
Los paseos a caballos se realizan con un guía, y se combina con el senderismo por el bosque semi-seco de la llanura oriental, visitas al centro de recría, clases de equitación y un óvalo para niños y adultos sin experiencia en la montura de caballos. Una hora de paseo tiene un costo de 400 pesos y hasta 15 minutos, 100 pesos.
El Laberinto ornamental Modelo Británico tiene una extensión de 1,632 metros lineales, construido en terreno nivelado de una zapata de concreto armado con base de bloques de seis pulgadas.
Otro de los atractivos del lugar es el Iguanario, un refugio de preservación de las iguanas Cyclura Cornuta, endémicas de República Dominicana y en peligro de extinción.