“Ya no cabe una habitación más en la isla de Cancún”. Así, taxativo y sin medias tintas, se expresa Miguel Cortes, director general de México de Faranda Hotels, y apunta contra los desarrollos inmobiliarios urbanos, se queja del limbo legal en el que se construyen miles de habitaciones sobre suelos que carecen de la infraestructura sanitaria adecuada para soportarlos y embiste, como ejemplo, al complejo de Pok ta Pok (Cancún: más rechazos en Pok Ta Pok a la construcción desmedida).
“Hay controversia judicial porque los residentes de la zona se han quejado. Si eso sigue, esas habitaciones serán una puñalada a la isla de Cancún porque el objetivo de este desarrollo es la renta vacacional y la renta vacacional es la economía sumergida en el turismo. Me dedico al turismo, pero no pago impuestos ni seguridad social a los trabajadores. La renta vacacional son los piratas del turismo. Hacen lo que hacemos nosotros, pero no le pagan a nadie”, asegura en Madrid a REPORTUR.mx en una entrevista concedida en Fitur.
Por otro lado, tiene motivos para sentirse esperanzado. Dice que le entusiasma, por su calidad y conocimiento del sector, el equipo del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQR) que lidera Javier Aranda, pero advierte que le preocupa la abultada deuda que tiene el consejo con los operadores.
Miembro de la Asociación de hoteles de Cancún, Cortes detalla que Faranda, con hoteles en Colombia, Panamá, Venezuela y España, además de México, está ampliando el predio Maya Caribe con más de 200 habitaciones.
¿Cuáles son los proyectos de Faranda en el Caribe?
Tenemos un hotel en remodelación en Cabarete, en la costa norte de República Dominicana. La apertura está prevista para dentro de 4 o 5 meses. Será un hotel de 130 habitaciones con características boutique y muy personalizado enfocado al público de alto nivel que busca el exotismo, el surf y el ambiente especial de este destino.
Se han visto imágenes feas de turistas arrastrando maletas en Cancún rumbo al aeropuerto. ¿Cómo van las obras de infraestructura?
Desde luego esas imágenes ayudar no ayudan, pero hay que poner todo en su contexto. Por un lado, la necesidad de inversiones en infraestructura ya era palpable, no se podía demorar más. Hay que apuntarle a este gobierno, a AMLO y a Mara Lezama, el mérito de haber enfrentado de una vez los retrasos históricos. Los recursos y el esfuerzo vienen del gobierno federal, pero la que ha intercedido para la inversión es la gobernadora.
¿Por qué cree que el gobierno anterior liderado por Carlos Joaquín no pudo conseguir el dinero para las obras?
De alguna manera tal vez por afinidad política o por gestión, no sé. Lo cierto es que la gobernadora consiguió que todas esas cosas sucedan. La renovación del Bulevar Colosio es muy importante porque el acceso a Cancún está muy deteriorado. El puente Nichupté va a ser un parteaguas que va a facilitar la vida de los cancunenses. La vía Chac Mool es importante porque es un acceso de la parte urbana de Cancún hasta Puerto Morelos que evita el aeropuerto. Quedan algunos problemas importantes en infraestructura sanitaria, en alcantarillas.
¿Cuáles puede detallar?
Uno de los problemas más serios que nos enfrentamos es que se han habilitado planes de desarrollos urbanos excesivos en la isla de Cancún y está absolutamente saturada. Ya no cabe más una habitación allá. La infraestructura sanitaria no estaba diseñada para soportar estos desarrollos. Verterán sus aguas a unos sistemas que no están capacitados. Lo más grave y preocupante es que en el plan de desarrollo urbano que se aprobó en la última administracion municipal se autoriza la urbanización del campo de golf de Pok Ta Pok permitiendo la construcción de 2800 cuartos. Hay controversia judicial porque los residentes de la zona se han quejado. Si eso sigue, esas habitaciones serán una puñalada a la isla de Cancún porque el objetivo de este desarrollo es la renta vacacional y la renta vacacional es la economía sumergida en el turismo. Me dedico al turismo, pero no pago impuestos ni seguridad social a los trabajadores. La renta vacacional son los piratas del turismo. Hacen lo que hacemos nosotros, pero no le pagan a nadie.
¿Qué retos tiene por delante Cancún?
Hay desafíos interesantes en el destino. Se han dado unas circunstancias extraordinarias que nos han beneficiado en los últimos dos años en términos de ocupación. Nos falta promoción turística. Caló la idea de para qué vamos a anunciar si vamos bien. Puede ser que tengamos aun turistas prestados, pero cuando todos los cruceros zarpen, todos los destinos abran, habrá más competencia en un contexto de inflación y recesión. Esto se va a desinflar y nos daremos cuenta de que Cancún adolece de promoción. Yo creo que es el momento de empezar a hacerlo porque a pesar de que este ha sido un año bueno hay que trabajar a años vista.
Ahora hay un nuevo CPTQ…
La gobernadora ha estructurado un nuevo CPTQ con Javier Aranda a la cabeza. Le van a dotar vía subida de impuestos un presupuesto para poder operar. El problema es que el CPTQ tiene una deuda que debe cancelar con operadores. La deuda es un problema en Cancún porque tarde o temprano lo vamos a pagar. Tenemos que hacer ahora promoción, promoción y promoción. Afortunadamente, las personas que han puesto al frente del CPTQ son gente que tiene probada experiencia y que lo van a hacer bien. Son perfectamente capaces, creo que este gobierno ha nombrado a las personas más capaces sin ninguna connotación política. Sobre el papel yo creo que estamos en el camino correcto. Javier Aranda y Bernardo Cueto son muy profesionales y también Jorge Luis Telles. Es gente que tiene 30 años trabajando en esto.