Siguen siendo nuestros platos tradicionales, uno de los principales focos de atracción para los turistas que visitan el país y no dejan de resaltar sus características cuando tienen la oportunidad.
Pues al decir del presidente de la Fundación Sabores Dominicanos, Bolívar Troncoso Morales, para llegar a ese punto, falta mucho.
“Hay que darla a conocer, desarrollar un buen programa de estandarización, establecer una política público-privada para convertirla en producto turístico; además de profesionalización y capacitación gastronómica, entre otros”, detalla Troncoso Morales, quien dirige la organización dedicada a motivar, crear e implementar iniciativas para posicionar, valorar y desarrollar el sistema gastronómico dominicano como un producto turístico sostenible.
La unión entre las entidades involucradas en el sector y trazar un plan estratégico donde se camine sobre una misma visión y objetivos, son factores mencionados por Luisa Féliz, presidenta del Grupo Buen Vivir, que promueve el turismo gastronómico.
“Para lograr que tenga buen resultado el plan, debe estar involucrado el gobierno, instituciones que se sientan abanderadas y lleven la cocina dominicana a todas partes del mundo, que muestren las rutas y que se promocione como uno de los grandes atractivos del destino”.
Asimismo, agrega que se deben crear marcas que identifiquen el destino como un destino culinario; los hoteles deben ser el primer foco para promocionar nuestra cocina; se debe hacer un plan para educar, investigar, mejorar la calidad, lograr una identidad más trabajada, pulida para que sea competitiva a nivel mundial.
“Si otros países se han colocado en el mapa gastronómico mundial ¿Por qué República Dominicana no puede? Cuando chefs de la talla de la Chef Tita, María Marte, Martin Omar y Ana Lebrón, han participado en festivales gastronómicos, los productos dominicanos son muy admirados. Mike Mercedes inició mostrando la cocina dominicana, en esa época causaba impacto en grandes banquetes presentados en embajadas internacionales”.
Cuenta también que doña Esperanza Litghow llevó sus platos por muchas partes del mundo y relataba cómo la gente quedaba impresionada con el chivo, su famosa ensalada de aguacate y yuca, el sancocho dominicano, entre otros.
Definiendo los retos
Bolívar Troncoso, aporta la investigación realizada por Juan Febles, coordinador de la Fundación Sabores Dominicanos y presidente de la Escuela Dominicana de Alimentos y Bebidas A&B Masters, en la que plantea los retos de nuestra gastronomía basados en la conferencia “La gastronomía como factor incidente en el desarrollo del turismo en República Dominicana”, que impartió en la Universidad Central del Este.
En este sentido plantea:
-Mejorar la implementación de buenas prácticas en manipulación de alimentos,
-Certificar la calidad, buscando que una institución imparcial otorgue estas certificaciones.
-Mejorar la presentación de los platos, que es una debilidad que tiene nuestra gastronomía.
-Equilibrar las porciones de los platos desde el punto de vista nutricional,
-Fortalecer la identidad culinaria y hacer que cada dominicano se sienta orgulloso de su cultura y tradiciones.
-Formar nuevos y mejores profesionales.
-Desarrollar y mercadear productos y atractivos gastronómicos sostenibles, entre otros puntos.