República Dominicana organiza esta semana el tercer Congreso Mundial sobre ballenas jorobadas. Coincide con el mes en el que los cetáceos buscan las aguas cálidas de la norteña Bahía de Samaná, convertida en santuario, para dar a luz. En la cita científica, los expertos que estudian su particular sistema de comunicación describen a RFI en español una mayor comprensión de sus cantos pero confiesan que quedan aún muchos interrogantes por resolver.
Los gemidos de las majestuosas ballenas yubarta o jorobadas no dejan de intrigar a los biólogos que los estudian de cerca.
Uno de ellos es Olivier Adam, profesor de la Universidad francesa de la Sorbona y especialista en bioacústica, quien participa en el tercer Congreso Mundial sobre las ballenas jorobadas de Santo Domingo.
Adam recuerda que no fue sino hasta principios este siglo que se identificó la verdadera razón del canto de las ballenas: “Recién en los años 2000 nos dimos cuenta de que había muchas interacciones entre los machos. Suponemos que estos cantos permiten a los machos definir su territorio, identificarse e incluso comunicar sobre su fortaleza a las hembras.”
Más recientemente, colocando micrófonos en las profundidades marítimas de varios puntos del planeta, los investigadores lograron recopilar suficiente número de registros como para poder distinguir diferencias entre los sonidos que emiten.
Porque no todas las ballenas jorobadas cantan igual: “Podemos decir que hay acentos regionales, afirma Adam a RFI en español. Hay un tipo de cantos en el Atlántico y otro en el Pacifico porque las ballenas de estas dos zonas nunca entran en contacto. Hemos notado también que los cantos varían de un período a otro. Por ejemplo, los cantos identificados en los años ‘70 se han modificado con respecto a registros posteriores. Hay variaciones lentas que llamamos “evoluciones”, que se renuevan cada 15 años con modificaciones de las frases, vocalizaciones que aparecen y otras que desaparecen. Y también hemos visto casos de cantos que cambiaron totalmente durante una misma temporada. A esto lo llamado una “revolución cultural”.”
El investigador francés enumera estos y otros avances en el conocimiento que la humanidad tiene sobre los gigantes de los mares, pero debe reconocer los límites, las muchas dudas que subsisten sobre el comportamiento las ballenas: “Hay muchas preguntas aun sin responder.
La primera es la identificación individual. Normalmente, la vocalización permite identificar a un locutor, como mi voz cuando hablo. Entre las ballenas jorobadas, no logramos distinguir las diferencias de sus voces.»
«Y la otra gran pregunta que pendiente, concluye Adam, es que, si hay interacciones vocales entre los diferentes cantantes, esto podría significar que hay una jerarquía establecida y que algunos cetáceos podrían ejercer su influencia sobre otros.
Pero sigue siendo una hipótesis.” En cambio, si en algo son categóricos los científicos reunidos en Santo Domingo, es en el peligro que representan para las ballenas los motores de barcos, las sondas de los pescadores y la exploración minera en el mar.