Turoperadores, hoteleros, agencias e inversores celebraron en la reciente feria de turismo de Berlín (ITB) la recuperación del sector. Palabras como “alivio”, “alegría” o “reencuentro” fueron las más escuchadas en los largos pasillos y estands atestados de operadores tras tres años de suspensión obligada por la pandemia.
El objetivo del Caribe mexicano y República Dominicana se centró en la captación del mercado alemán, un turista caracterizado de aventurero, explorador, amante de la naturaleza y de la cultura, siempre ávido de conocer más, arraigado a la turoperación y propenso a reservar a último momento desde hace varios años.
Los números indican que Quintana Roo ha recibido menos de 150 mil turistas alemanes el año pasado y República Dominicana menos de 180 mil. En 2019 las cifras fueron mayores en ambos destinos y trabajan por superarlas (“El turista alemán es ideal para los destinos del sur de Quintana Roo»)
«Tenemos un sector privado que está apoyando las iniciativas del gobierno con inversiones a muy largo plazo. En Fitur fue tremendo y en Berlín estamos viendo nuevos interlocutores. Hay mucha inversión de oferta complementaria, de parques de atracciones, estamos viendo a nivel de pequeña y mediana impresa una inversión provocado por la infraestructura que ha hecho el gobierno. Dominicana tiene un eslogan que dice “República Dominicana lo tiene todo” y es una realidad, se está viendo una expansión tremenda en el turismo», cuenta Juan Manuel Martín de Oliva, vicepresidente del Área de Negocios Turísticos del Banco Popular Dominicano.
Por su parte, las hoteleras notan cambios en el comportamiento del turista alemán al momento de reservar en un destino. “El mercado europeo está más lento si lo comparamos con mercados emisores como Norteamérica, pero la venta de a poco se recupera. Al principio de la temporada había preocupación porque el mercado alemán siempre compra con mucha antelación. Se está volviendo muy last minute. El motivo no lo sé, puede ser un efecto de la pandemia. Lo curioso es que no cambian del mercado, vienen igual, pero reservan más tarde”, explica Lluisa Salord, SVP Global Sales, Contracting & Distribution de Bahia Principe Hotels & Resorts.
Además de contar con inversiones en el Caribe mexicano y Jamaica, la hotelera del Grupo Piñero tiene trece resorts en República Dominicana. Cuatro de ellos se ubican en Samaná, enclave que se accede por ruta tras dos horas y media desde Santo Domingo.
“Tenemos muy buena cuota de turismo alemán, en familia o en hoteles solo adultos. Es un turista que tira mucho hacia destinos tranquilos y en contacto con la naturaleza como Samaná, pero llegar es un poco complicado. En verano nosotros tenemos los vuelos de Soltour, pero en el resto del año se aterriza en la capital. Y ellos vienen igual, no les molesta viajar en carretera. Como suelen descansar dos semanas no les importa hacer más camino para pasar vacaciones en un destino exclusivo o menos masificado. No les interesa estar cerca del aeropuerto; en cambio, el americano necesita el aeropuerto al lado porque es un turista que viaja por cuatro noches en promedio”, cuenta Salord.
Por su parte, Ramón Martínez, director comercial de la hotelera Oasis en Europa, una referencia en Cancún, vislumbra la misma tendencia hacia el last minute y focaliza en las redes sociales. “La reserva a largo plazo se ha ido diluyendo incluso en el mercado alemán. Ahora lo que hacen es investigar con tiempo y reservan encima de la fecha. Por eso en Oasis estamos muy atentos a las redes sociales con información constante, actualizada y presente en todo momento”, explica.
Martínez tiene la expectativa de que el actual crecimiento pospandemia se consolide y que no sea un efecto rebote, momentáneo. En este sentido, la conexión aérea hacia los destinos es fundamental, pero en estos momentos el aumento de la tarifa aérea y hotelera siembra dudas.
“México se ha recuperado más rápido, el mercado dominicano lo veo un poco más lento. Cuba se ha recuperado, fue lo último que entró. Creo que falta más conexión aérea entre Alemania y Dominicana. Pero también falta en Francia. Las empresas después de la pandemia están más precavidas. Van hacia a la rentabilidad segura”, opina Pablo Gutierrez, Commercial Director Europe &MEAPAC de Nexus.
“La nota de preocupación para el mercado europeo es el incremento del coste aéreo. Eso puede afectar la demanda. El vuelo es una parte importante del paquete. Eso nos preocupa. A lo mejor un americano no lo nota tanto porque está más cerca de los destinos del Caribe. En Europa es fundamental. La demanda tal vez decida viajar a destinos de media distancia como Baleares o Canarias”, agrega.
Al respecto, Salord dice: “Si la tendencia es reservar más tarde esa decisión impacta en la capacidad aérea porque las aerolíneas no pueden planificar como antes. Si las aerolíneas y los turoperadores ven que la venta no llega, es un problema para ellos. La venta de last minute puede perjudicar a la capacidad aérea. Va todo de la mano. Es más complicado gestionar siempre todo con la venta de último minuto. Desde pagar al hotelero y al turoperador. Pero bueno, esa es la realidad que tenemos hoy”.
Lo cierto es que el despegue turístico de República Dominicana no es novedad para nadie. La irrupción de la aerolínea Arajet, con cada vez más rutas en el Caribe, Sudamérica y USA, es un punto a destacar como las inversiones hoteleras que anunciaron para los próximos dos años Bahia Principe, Riu e Iberostar, como reveló REPORTUR.mx (Grandes hoteleros de Cancún dicen que el presidente dominicano es el mejor de la historia).
“Estamos viendo algo muy interesante. Recibimos muchas solicitudes de cómo invertir en Dominicana. El clima de inversión es muy bueno”, dice Martín de Oliva.
“Estamos dando muchos créditos este año para inversiones hoteleras. Hay 24 operaciones nuevas. El 46% de todos los préstamos que el sector bancario dominicano le ha dado al sector turístico lo hemos hecho nosotros. Creemos que este año vamos a superar los 250 mil turistas alemanes. Es un turismo muy agradecido y exigente, siempre apunta a la calidad”, señala.