República Dominicana se benefició del efecto champán en el turismo, que se generó en aquellas personas con necesidades reprimidas y restringidas de viajar por el mundo, debido a la pandemia de covid-19 que todavía afecta a la humanidad.
Pero el país logró resultados auspiciosos gracias a la política inteligente y agresiva del Gobierno dominicano, que, en medio de este desastre sanitario, supo desarrollar un plan de recuperación del sector turismo.
La situación de apertura generó un ambiente similar a cuando se descorcha una botella de este tipo de vino espumoso que sale violentamente del recipiente. Asimismo, se produjo esa reacción colectiva con una sobredemanda en los viajes, que fue muy bien explotada por la industria turística local.
La guerra en Ucrania no fue obstáculo para consumar ese propósito estratégico para el país.
Hay que resaltar que el año pasado también se rompió el récord de visitantes en cruceros con un total de 1,311,129 cruceristas.
Para el ministro de Turismo, David Collado, el país creció en un 10% respecto al 2019 en materia de llegada de turistas por vía aérea y en un 20% en materia de llegada de visitantes por vía de cruceros respecto a ese año.
Estas cifras de turistas y cruceristas suman una cantidad sin precedentes de 8.47 millones de visitantes que tuvo República Dominicana en 2022.
Con gran satisfacción, el presidente Luis Abinader afirmó que estos resultados son el fruto del trabajo transparente, planificado y decidido de su gobierno de lograr que la principal industria del país tuviera una recuperación extraordinaria que ha sido ejemplo en el mundo.
Para Abinader la industria turística está cambiando y ha sido un reconocida como la más resiliente del mundo.
Turistas llegados al puerto de AmberCove, Puerto Plata. ARCHIVO
Hay muchísima gente con ganas de viajar y la demanda desborda las proyecciones de la Organización Mundial de Turismo (OMT).
Pero la pandemia ha dejado una huella de un nuevo turismo, basado en la sostenibilidad y la responsabilidad social y medioambiental.
En ese ambiente se ha detectado que los más interesados en viajar son los jóvenes, aquellos llamados millennials, que, de acuerdo a los estudios, están buscando un turismo mucho más responsable y en contacto con la naturaleza, por lo que hay que trabajar para ofertar un turismo de naturaleza, fundamentalmente rural.
República Dominicana casi recuperó su turismo, con excepción del ruso y ucraniano, afectados por la guerra que libran esas naciones.
Con fuerza
Este año los proyectos de aumento de las habitaciones hoteleras comenzaron con un gran ímpetu, con el inicio de dos hoteles de marcas reconocidas, en Pedernales y otros de cadenas internacionales en Miches.
Pedernales, con Bahía de las Águilas, y Miches con sus hermosas playas son dos destinos que marcan el futuro del turismo del país.
Hay que señalar que sin ese decidido apoyo del presidente Abinader, que es un hombre del sector, por los complejos hoteleros que tenía su familia, esta rápida recuperación no hubiese sido posible.
El plan de recuperación del turismo, en el cual él siempre tuvo toda la confianza, estaba expuesto a circunstancias que significaban peligro, por el riesgo que implicaba.
