Hablar de turismo en América Latina y el Caribe es hacer referencia a México y República Dominicana. Ciertamente, el país norteamericano lleva la delantera, tanto en turistas como en destinos paradisíacos, si se suman otros polos desarrollados y de atractivo para los viajeros.
Previo a la pandemia, la ciudad ubicada en la península de Yucatán se posicionó como el lugar con más visitas de turistas en la región: 6.1 millones en 2018. La nación caribeña no se queda atrás. Ese año ocupó el segundo lugar con 3.9 millones. Los siguientes dos puestos fueron Riviera Maya y Cuidad de México con 3.2 millones y 3.1 millones, respectivamente.
Tres años después, en 2021, México continuó siendo el destino más visitado, superando los 30 millones de llegadas de turistas en ese año. En segundo lugar, pero muy atrás, quedó el país caribeño, detallan datos de Statista. No es un secreto que Cancún tiene una gran responsabilidad y peso en ese resultado.
No obstante, para el abogado mexicano-estadounidense, especialista en Derecho Financiero y Bancario, Marcial Luján, “Cancún, en mi opinión, no existiría” sin el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), que creo el fideicomiso que impulsó el desarrollo de ese destino y otros cuatros de los más importante en México.
En ese contexto cobra sentido la mediática frase “hay talento, lo que hace falta es apoyo”, pues en República Dominicana se busca desarrollar la zona de Pedernales, en el suroeste de la media isla, mediante la figura del fideicomiso.
Luján explicó que Fonatur existe desde 1974, un fideicomiso público del Gobierno que ha sido el responsable del desarrollo de polos turísticos como Cancún, Los Cabos, Loretos y Huatulco, entre otros, que son referencias a nivel internacional.
Que México cuente con unos 589 fideicomisos públicos no fue una tarea fácil. El experto en el tema explica a elDinero que esa herramienta se introdujo hace más 100 años, pero tardó unos 30 en entrar en vigencia. “El primer intento fue en 1900, pero tardó siete iniciativas de ley para que se materializara. En 1905 fue la primera iniciativa, hasta 1932, cuando ya se ejecuta y se implementa”, dijo.
Según datos de la Federación Latinoamérica de Bancos (Felaban), en otros países de la región, como Ecuador existen 873 fideicomisos públicos, en Colombia 258, en Panamá 103, en Guatemala 77, en Honduras 63 y Perú 23. En República Dominicana existen solo 20.
“Lo que pretendemos, lo que se busca con esta nueva figura es crecer, comercializar y mejorar”, detalla Luján. Lo anterior en vista de que, gracias a esa herramienta, países como el suyo han atraído inversiones extranjeras.
“Cancún, como destino turístico, es la principal fuente de ingresos y de divisas en México. O sea, la derrama económica que hay en Cancún, la creación de puestos de trabajo, el desarrollo inmobiliario que ha tenido, ha sido gracias a Fonatur”, expreso.
Como tal, la figura del fideicomiso impulsó el desarrollo del turismo en ese país porque como extranjero, aunque se puede comprar legalmente propiedades en destinos de playa en México, existe una “zona restringida” que es el terreno que está a 100 km de la frontera y a 50 km de las costas. “Como extranjero, puedes comprar en esta zona, pero debes hacerlo a través de un fideicomiso”.
El fideicomiso en ese país se formaliza con una institución bancaria mexicana y es renovable cada 50 años. La ley dice que el banco mantiene la titularidad de la propiedad, pero el inversionista, como comprador, es designado como beneficiario principal. Es así que puede usarla o modificarla a su gusto. También, pueden rentarla o venderla y recibir el 100% de las ganancias.
“Permitió un flujo de inversiones”, agregó Luján, al tiempo que señaló que en una herramienta más para el crecimiento o el desarrollo económico del país, así como un vehículo en la cual se pudieran construir más relaciones comerciales.
Cuando se habla de fideicomiso, tal como conversó este medio con el experto, es precisamente encomendarle a un tercero, a un profesional, el cumplimiento de ciertos fines de manera lícita. En México, los fiduciarios son los bancos y algunas entidades financieras autorizadas por ley, quienes son los únicos que pueden actuar como tal.
“Los bancos, las instituciones nacionales de desarrollo, es decir, los bancos del Estado, el Banco de México, las instituciones propiamente del sector financiero son los que están autorizados para fungir como fideicomiso”, aseguró.
En México, según explicó Luján, cuando hay algún proyecto o alguien tiene terrenos, pero no tienen los recursos suficientes para construir sobre ellos, puede intervenir la figura. “Todos requieren financiamiento, un socio, expertos que lleven a cabo la construcción, la comercialización y eventualmente la venta de desarrollo”. En ese sentido, el fideicomiso es un vehículo idóneo, añade. “Es encomendándole a un tercero, profesional, que cumpla con los fines que todos quieren”.
En República Dominicana, la Dirección General de Alianzas Público-Privadas (DGAPP) y Fiduciaria Reservas, del Banreservas, pusieron en marcha el fideicomiso Pro-Pedernales. Se trata de una iniciativa que regulará y promoverá inversiones e infraestructuras de servicios que muestren potencial para incidir en el desarrollo turístico y económico de esa provincia.
Sin embargo, algo que enfatizó el experto durante varios puntos de la conversación con este medio, fue el crear la conciencia en la sociedad y cultura, sobre la importancia de ese “vehículo o medio para desarrollar la economía, para fomentar, para crecer, para lograr inversión, para generar empleos, para crear mejores condiciones para todos”.