El entrenamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), llamado “Air Defender 23” parece estar causando algo de confusión. Aún no está claro si se producirá caos en el tráfico aéreo europeo, pero algo seguro es que podría causar problemas a los viajeros. Del 12 al 14 de junio, 220 aviones militares participarán en este entrenamiento, y, por ende, amplias zonas del espacio aéreo permanecerán temporalmente cerradas. En esos días, los pasajeros que tengan previsto volar tendrán que contar con posibles retrasos, e incluso con cancelaciones de sus vuelos. “Es probable que las rutas de vuelo de los aviones civiles se vean afectadas», afirma Karolina Wojtal, del Centro Europeo del Consumidor Alemania (CEC). » La situación en el espacio aéreo alemán ya es muy tensa. Allí todo está ya estrechamente cronometrado”.
Al menos en la Unión Europea (UE), los derechos de los pasajeros afectados por retrasos o cancelaciones de sus vuelos están claramente regulados. El llamado “Reglamento de derechos de los pasajeros” es válido para todos los viajeros que salgan de un aeropuerto europeo o que aterricen en la UE, sólo si la aerolínea tiene su base allí, explica Wojtal.
El reglamento también define las debidas indemnizaciones para los pasajeros que puedan verse afectados. Por ejemplo, los pasajeros sólo tienen derecho a reclamar a la aerolínea en caso de cancelaciones o de retrasos notificados con menos de 14 días previos al vuelo. Sin embargo, la compañía puede quedar exenta de la obligación de pagar una indemnización en caso de que el vuelo haya estado afectado por “circunstancias extraordinarias”. Es decir, circunstancias que son inevitables. «En nuestra opinión, es probable que en el entrenamiento de la OTAN quepa en esas circunstancias extraordinarias», afirma Wojtal.
Para los pasajeros que no estén amparados por el Reglamento de la UE, no existe una norma general, explica Wojtal. «No hay nada comparable en todo el mundo», afirma. Es cierto que el llamado Convenio de Montreal establece que las compañías aéreas son responsables de los daños causados por los retrasos. Sin embargo, no se ha detallado su regulación.
Paul Degott, abogado especializado en derecho aeronáutico, señala que las compañías pueden estar exentas de esa responsabilidad si demuestran que se tomaron todas las medidas posibles para evitar el daño a los pasajeros.
Además, según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), hasta la fecha, sólo el 72% de los Estados han ratificado el Convenio de Montreal. «Como resultado, sigue existiendo un mosaico de normativas en materia de responsabilidad», afirma la IATA. Es así, como los pasajeros tienen que informarse específicamente sobre las condiciones generales de la aerolínea. «De todas formas, muchas cosas se resuelven exclusivamente con buena voluntad», dice. Especialmente cuando se trata de servicios de restauración y apoyo, como alojamiento en hotel, bebidas y comidas mientras se espera un vuelo retrasado. En caso de cancelación de un vuelo, suele intentarse cambiar la reserva de los pasajeros afectados a otro vuelo o emitir cupones para futuros vuelos con la misma aerolínea.
Mientras tanto, la Fuerza Aérea, que dirige este histórico entrenamiento a gran escala, en el que participan 25 Estados miembros de la OTAN, ha anunciado que el espacio aéreo sobre Alemania será utilizado divididamente: el espacio aéreo oriental de 10.00 a 14.00 horas; el espacio aéreo meridional de 13.00 a 17.00 horas; y el espacio aéreo septentrional de 16.00 a 20.00 horas. No habrá ejercicios aéreos por la noche, ni los fines de semana.