El turismo mundial espera que el retorno masivo de los viajeros chinos en 2023 selle la recuperación del sector, tras el derrumbe de la actividad provocado por la pandemia.
Durante el Foro Económico de Catar, los ejecutivos de las aerolíneas y los gigantes de la hotelería celebraron la robusta recuperación de este sector.
El retorno de los turistas chinos va a completar la recuperación, luego que Pekín levantara las restricciones, afirman varios actores de la industria.
«El deseo de viajar nunca ha sido mayory el sector lucha para responder a esa demanda», afirmó el presidente de Boeing, David Calhoun.
El ocio ha superado a los negocios como principal motivo para tomar un avión o reservar una noche de hotel, aseguró Sebastien Bazin, director de Accor, el mayor grupo hotelero de Europa.
Se espera que en la temporada estival del hemisferio norte, los viajes vuelvan a situarse en el nivel que tenían antes de que surgiera la pandemia de covid-19, en diciembre de 2019.
Los grandes ejecutivos esperan que los turistas chinos, con un sólido poder adquisitivo, jueguen un rol clave en la recuperación, aunque se proyecta que también ejerzan presión sobre la industria.
Accord vaticina que «millones» de turistas chinos impulsarán la industria en los próximos meses.
Akbar Al Baker, el consejero delegado de Qatar Airways, señaló que sus aviones con origen en China salen «absolutamente llenos«.
«No sólo están pagando el precio que se les pida debido a la falta de capacidad, sino que además la cantidad de dinero que gastan en las tiendas libres de impuestos del aeropuerto (de Doha) es superior a la de cualquier otra nacionalidad», añadió.
Según el magnate William Ellwood Heinecke, propietario del grupo de hoteles Minor International, el repunte de la demanda de China debería sentirse plenamente en el segundo semestre.
El empresario malasio Tony Fernandes, dueño de varias empresas, entre ellas Air Asia, espera tener las 250 aeronaves de su flota, que estuvieron en tierra por el covid-19, en activo de aquí a agosto.
«Estamos en una posición extraña, ya que en un minuto estuvimos luchando por la supervivencia y después nos tocó volver a poner en marcha a 200 aviones, lo que supone un trabajo gigantesco», dijo.
Fernandes destacó que los datos de las aerolíneas y de las tarjetas de crédito indican que los viajes de ocio son ahora una prioridad clave para los consumidores.
Por su parte, Bazin indicó que su grupo, que posee 5,400 hoteles, ha registrado un «cambio total» en los hábitos de viaje.
Durante décadas, las grandes cadenas hoteleras obtenían dos tercios del negocio de los clientes que viajan por trabajo y un tercio de los turistas.
«Ahora probablemente vamos a ver que esta combinación se invierta. Ya tenemos un 55 % de ocio y un 45 % de negocios«, detalló Bazin, añadiendo que el «trabajo remoto» representa una revolución.
«Pasamos dos años que fueron un infierno«, recordó.
Bazin precisó que actualmente los precios de las habitaciones de lujo son entre un 33 % y un 35 % más altos que en 2019 y las tarifas de las habitaciones económicas están entre un 10 % y un 12 % por encima.
La industria hotelera tiene que recuperar miles de millones en ingresos perdidos, señaló el ejecutivo. «No nos estamos aprovechando de la gente», aseguró.