Los viajeros están adoptando esta nueva tendencia aventurera, en parte mochilera y en parte cicloturista. Las búsquedas de vacaciones en bicicleta han aumentado un 151 % en el último año, según la plataforma de reservas Omio, mientras que las búsquedas del término bikepacking han aumentado un 100 %.
Esta opción única de vacaciones combina la libertad de una bicicleta con la autosuficiencia de una mochila. Con lo imprescindible atado a la bici, puedes aventurarte fuera de los caminos trillados y descubrir tesoros ocultos inaccesibles en coche.
También es bueno para el planeta, y aún mejor si llegas a tu punto de partida en tren. Sigue leyendo para descubrir cuatro de las mejores rutas europeas para hacer en bicicleta. Todas empiezan en una estación ferroviaria de fácil acceso.
Muchos trenes tienen espacios asignados para bicicletas, pero es mejor comprobarlo con antelación y reservar un sitio. La mayoría de los proveedores cobran un pequeño suplemento.
Comprueba la normativa local sobre acampada antes de salir. Algunos países europeos permiten la acampada libre, lo que significa que puedes montar la tienda en la mayoría de los terrenos públicos. Pero muchos restringen la acampada a zonas concretas, así que asegúrate de planificarlo todo con antelación.
La duración de cada viaje puede variar en función de tu ritmo, forma física y el número de paradas que quieras hacer por el camino.
Los ciclistas pueden seguir la ruta del Mar del Norte desde Ámsterdam a Brujas. Comienza tu viaje en la animada capital neerlandesa, admirando los pintorescos canales y museos de fama mundial.
De camino a Bélgica, disfruta de paisajes costeros, dunas y ciudades históricas como Gante. Una vez en Brujas, no te pierdas el delicioso chocolate y la cerveza belgas; con cientos de kilómetros de bicicleta a tus espaldas, sin duda te lo habrás ganado.
Aunque esta ruta es muy llana, a veces puede haber fuertes vientos en contra que dificulten el recorrido. Puedes utilizar la aplicación Windfinder para determinar el mejor momento y la mejor dirección para pedalear.
Tanto Ámsterdam como Brujas son importantes nudos ferroviarios, por lo que la ruta es fácilmente accesible en tren.
Ver flamencos, un espectáculo cautivador en el sur de FranciaCanva
Esta ruta serpentea casi 500 km desde Valance, a orillas del río Ródano, hasta Perpiñán, cerca de la frontera francesa. Los ciclistas deben seguir el tramo sur del sendero, un recorrido exigente con algunos tramos accidentados fuera de la carretera.
Por el camino, piensa en la posibilidad de parar en Arles, ciudad Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Cuenta con ruinas romanas bien conservadas, como el anfiteatro de Arlés y la necrópolis de Alyscamps. Si prefieres la naturaleza, no te pierdas los flamencos y los caballos salvajes de las marismas de la Camarga.
Valence está a dos horas y media en tren desde París.
Subir este terreno es todo un reto lleno de recompensasCanva
El sendero Highland Trail 550, que serpentea por las montañas y lagos de las Highlands o Tierras Altas escocesas, no es apta para pusilánimes.
La ruta de 885 km lleva a los ciclistas a través de antiguos parajes naturales, cascadas y picos remotos. Con puntos culminantes como la Escalera del Diablo, una escarpada subida por la ladera de una montaña, solo recomendada para ciclistas experimentados.
Escocia es uno de los pocos territorios de Europa que consagra por ley el derecho a acampar en plena naturaleza, lo que significa que se puede montar una tienda de campaña en cualquier terreno público -con algunas excepciones y restricciones-.
Para llegar hasta allí en tren hay un trayecto de dos horas desde Glasgow a Tyndrum.
3 días, 208 km
La Caza de Tormentas Taunus es una emocionante aventura en bicicleta que lleva a los ciclistas a través de la región alemana de Taunus. Esta ruta comienza y termina en el pueblo medieval de Runkel, y serpentea por colinas onduladas, bosques frondosos y pueblos llenos de encanto.
La histórica región está repleta de ruinas romanas, y algunas partes del carril bici siguen la antigua línea de fortificaciones que separaba el Imperio Romano de las tribus germánicas hasta el año 260 d.C.
Puedes llegar a Runkle en tren. Es un trayecto de unas seis horas desde Bruselas.