Cada vez que visito una de las islas del mar Caribe encuentro una vista icónica, que de por sí sola vale ya el precio del pasaje.
Cuna de culturas y leyendas, nuestro mar está repleto de panoramas inolvidables que se acunan en lo que a mí me gusta llamar “el álbum de mis memorias” que guardo celosamente en mi mente y lo “saco” con frecuencia para recordar uno que otro de mis viajes.
He aquí cinco panoramas sobresalientes, que una vez contemplados, nunca se olvidan, y que yo cuento entre muchos de mis favoritos —quizás los puedas disfrutar durante tus próximas vacaciones a islas en nuestro mar:
Cascada Dunn’s River Falls, Jamaica. La quinta esencia de la catarata tropical, Dunn’s River Falls, tiene aguas frescas que descienden de una colina por una “escalinata” natural de 600-pies de largo. Rodeada de vegetación tropical, termina en una playita arenosa. Los visitantes se unen de las manos y forman cadenas para ascender juntos (se recomienda llevar traje de baño y zapatos de suela de goma).
Aunque hay guías locales que saben la mejor manera de ascender, resbalones y caídas son frecuentes pero el agua es refrescante –para mi gusto es un poco fría—y forma piletas un poco más cálidas, donde se puede descansar un rato. Los guías ofrecen sacar fotos y es importante proteger tu teléfono y cámara en una bolsa impermeable durante el ascenso. La cascada es tan bella que se ha utilizado en la filmación de varias películas de Hollywood incluyendo “Cocktail” con Tom Cruise y el filme de James Bond, «Live And Let Die”.
Les Pitons, St. Lucia. Una de las islas más bellas del Caribe, St. Lucia es famosa por sus playas, vegetación tropical y particularmente por Les Pitons, indiscutiblemente, una de las vistas más espectaculares de la región. Les Pitons son dos picos gemelos que se alzan a alturas de más de 2,500 pies uno de ellos, y el otro a más de 2,400 pies, ambos junto al mar en la costa sudoeste de St. Lucia.
Se ofrecen excursiones por botes turísticos que llevan a Les Pitons para disfrutar de su vista desde el mar, y estos programas también incluyen la oportunidad de nadar y bucear, y para los viajeros que van en crucero a St. Lucia, muchos de los barcos se pasean junto a la costa para que sus pasajeros disfruten y saquen fotos del espectacular panorama.
El Morro, San Juan, Puerto Rico. Una fortaleza de seis niveles en el Viejo San Juan, El Morro ha servido de centinela, cuidando la entrada al Puerto de San Juan desde el Siglo XVI –se comenzó a construir en el 1540 y se terminó 250 años después.
Un Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, sus paredes, algunas de hasta 140-pies de altura y de hasta 15 pies de espesor, su galería de cañones, y sus garitas son una vista imponente, particularmente desde un barco o crucero al entrar o salir de San Juan. Después de explorar la fortaleza, las galerías de arte, tiendas y restaurantes del Viejo San Juan invitan a pasar un rato adicional en este barrio histórico.
Los Baños, Virgen Gorda, Islas Vírgenes Británicas. “The Baths,” (Los Baños), a veces llamados “un Stonehenge natural junto al mar» cuenta con gigantescas rocas de granito, que se cree son el resultado de actividad volcánica prehistórica.
Las rocas forman lagunitas y grutas lindas para nadar; el agua es preciosa en tonos de turquesa y las arenas son blanquísimas y suaves como el polvo facial –el efecto total es idílico y pasar un rato disfrutándolo resulta inolvidable.
Arquitectura holandesa tropical, Willemstad, Curazao. Edificios holandeses tropicales en tonos de helados y granizados con techos de tejas rojas bordean el canal en la entrada del puerto natural de Willemstad, Schottegat, y el centro histórico de la ciudad que es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y que cuenta con bellos ejemplos arquitectónicos de este estilo tan singular. La ciudad de Willemstad, capital de Curazao, tiene dos secciones: Punda (con mucha arquitectura antigua holandesa tropical) y Otrabanda (más contemporánea).
Un pintoresco puente peatonal de pontones, Queen Emma Pontoon Bridge, conecta a ambas partes de la ciudad. Visitas obligadas incluyen el Fuerte Amsterdam, con el Palacio de los Gobernadores y una iglesia holandesa del Siglo XVIII.