El Gobierno de Brasil quiere convertir el país en una potencia turística internacional que haga crecer su economía. Para ello, quiere apostar por sus recursos naturales como atractivo y dar a conocer su amplia variedad de destinos.
«Tenemos el consenso de que Brasil está muy poco explorado por todos«, ha destacado el ministro de Turismo del país, Celso Sabino. Junto a esto, ha hecho hincapié en todos aquellos destinos brasileños desconocidos para el resto del mundo.
El ministro también ha puesto en valor que el presidente Lula Da Silva, en el cargo desde enero «está ampliando el diálogo, construyendo puentes en vez de muros» y mejorando las relaciones diplomáticas, lo que supone ampliar el país como destino dándose a conocer más allá de los símbolos reconocibles de Río de Janeiro y de Salvador de Bahía.
El clima «agradable», las playas y los ríos son algunos de los puntos fuertes que Sabino destaca de Brasil, además de la Amazonía, un destino con mucho potencial en un momento en el que todo el mundo habla de sostenibilidad y cambio climático.