Las personas que vacacionan en cruceros pasan sus días de ocio abordo de una embarcación que ofrece alojamiento, alternativas gastronómicas y entretenimiento, mientras navega. Durante enero-agosto del 2023 llegaron a puertos dominicanos 1,535,213 cruceristas en 554 buques, según el Ministerio de Turismo (Mitur).
Si bien este viajero no pernocta en el país, suele dinamizar la economía local a través de compras a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). En 2022, el gasto se fijó en US$116, un 26% más que los US$92 del 2021 y 13.7% de diferencia respecto al 2020 (US$102). Además, entre 2017 y 2019, el consumo de estos viajeros en suelo dominicano creció un 7.4%, al pasar de US$85 a US$91.3. En términos absolutos es de US$6.3.
Esto significa que si los 1,325,442 cruceristas que llegaron a República Dominicana en 2022 hubieran bajado todos de los barcos su consumo de en US$116 cada uno habría reportado ingresos por el orden de los US$153.7 millones de ingresos. Sin embargo, no todos bajan del barco. De hecho, aunque el Ministerio de Turismo no informa cuántos bajan, se estima que solo lo hace alrededor del 10% de los cruceristas.
El Banco Central dominicano (BC) indica que de los US$116 gastados en puertos, el 47.5% se dirige a la adquisición de regalos, es decir, US$55.10. A este les siguen, US$25.10 en excursiones, US$8.90 en la compra de comidas y bebidas, US$8.00 en transporte local, US$2.10 en entretenimiento y US$0.61 en un consumo no identificado.
Datos establecen que los visitantes que desembarcan en La Romana cuentan con mayor poder adquisitivo, al reportar US$130.60, US$38.70 más que los que atracan en Santo Domingo (US$91.90) y US$77.80 de diferencia respecto los de Samaná (US$52.80).
Desde implementar la sostenibilidad en las experiencias hasta un turismo de aventura, los cruceros atraen a un viajero dispuesto a aprovechar sus horas en el país.
Las estadísticas de la entidad estatal establecen que la llegada de pasajeros vía marítima está en crecimiento, al pasar de 528,999 en 2015 a 1,103,898 en 2019, o sea, un 574,899. En 2020, por la pandemia covid-19, solo se reportaron 342,872 turistas, mientras en 2021 se contabilizaron 333,134 personas.
Además, al desglosar los datos del 2022, se evidencia que Puerto Plata recibió 1,026,344 pasajeros, seguido de La Romana con 195,874 y Santo Domingo con 65,750. Conforme con las estadísticas, Samaná recibió 37,247 y Cap Cana, La Altagracia, 277 pasajeros.
A nivel global, la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (AILC) reporta que este segmento de viajes atraerá a cuatro millones de nuevos viajeros entre 2023 y 2025. De hecho, se movilizaron 20.4 millones de cruceristas en 2022, un 54.4% menos que los 31.5 millones de pasajeros proyectados en el 2023 de manera internacional. Para 2025 y 2026 se estima una movilización de 37.2 millones y 38.5 millones de pasajeros, respectivamente.
Las generaciones más jóvenes son el futuro de los cruceros con el 88% de los millennials, considera la AILC, debido a su necesidad de explorar nuevas tierras. La entidad extranjera explica que estos viajes contribuyeron a la economía global con US$75,000 millones y generaron 848,000 empleos en 2022. Sin embargo, Europa es el continente rey de los viajes marítimos, al reportar US$44,000 millones, frente a los US$11,000 millones de América Latina y Asia.
Para este 2023, la organización calcula un aporte de US$115,000 millones y 1.2 millones puestos laborales, acción que implica US$50,000 millones en salarios.
República Dominicana es un destino de sol y playa. Las estadísticas del Banco Central establecen que 4,473,896 de los 6,177,287 turistas que visitaron el país entre enero y agosto 2023 fue por recreación.
En menor cantidad, por amigos (636,960) y por negocios (150,042).
Pero, este usuario se destaca por ser adulto mayor. Según los datos, 1,939,038 turistas tienen más de 50 años, seguido del grupo entre 36 y 49 años con 1,601,092 visitantes.