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El sector turismo genera enormes beneficios para la economía de los países que se sustentan de esta actividad. Pero, también representa grandes amenazas para la naturaleza y los ecosistemas marinos debido a los impactos negativos generados por las actividades de los seres humanos.
Hoy, la triple crisis planetaria es el reto más grande a la que se enfrenta la humanidad: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación de los ecosistemas (PNUMA, 2021).
Se estima que Hoteles de Gran Turismo (200 hasta 1,000 habitaciones) generan hasta 3 millones de artículos de plástico por año cada año. Según un informe de Naciones Unidas, cada año llegan a los océanos unos 11 millones de toneladas de residuos plásticos. Esta cifra podría triplicarse de aquí a 2040. Más de 800 especies marinas y costeras se ven afectadas por esta contaminación por ingestión, enredo y otros peligros.
La contaminación marina por plástico es principalmente de origen terrestre debido a la mala gestión de los residuos en las comunidades costeras y ciudades más lejanas. Los residuos incontrolados pueden llegar al océano resultado de la descomposición de artículos que se movilizan como lixiviados a través de escorrentías o son aerotransportados.
“Los ríos y lagos transportan desechos plásticos desde el interior continental hasta los mares, lo que los convierte en las principales vías de contaminación de los océanos” (PNUMA, 2021).
Fuera del océano, la contaminación por plástico afecta la salud y el bienestar de las personas a través de lixiviados de sustancias tóxicas de origen plástico que se incorpora a los alimentos que consumimos, la quema de basura, la exposición a bacterias patógenas transportadas por plásticos y microplásticos que se introducen al cuerpo humano por inhalación y absorción a través de la piel.
En el ámbito económico, la contaminación plástica repercute en los medios de vida de las comunidades costeras, en el transporte marítimo, las operaciones portuarias, así como en las actividades económicas de turismo, pesca y acuicultura. Sólo en 2018 los costos fueron de entre 6 mil millones y 19 mil millones de dólares, y se estima que para 2040 tenga un riesgo financiero anual de 100 mil millones de dólares.
La Guía Menos Plástico y el sector turístico
En tanto, el turismo es uno de los sectores que contribuye a la contaminación por plástico. Las zonas costeras reciben el 80 por ciento del turismo y se ha detectado una correlación entre las temporadas de mayor flujo de turistas y el aumento de la basura marina, por ejemplo, en la región mediterránea se ha encontrado un aumento de hasta 40 por ciento de basura marina.
Los productos plásticos de un solo uso que se utilizan principalmente en hoteles y restaurantes son amenidades para habitaciones, botellas plásticas para agua, envoltorios de material plástico para alimentos y presentaciones individuales de condimentos.
Es por esto por lo que el turismo es uno de los principales sectores en el cual se pueden promover prácticas que contribuyan a tener océanos limpios y una producción y un consumo responsable (Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 12), a través de modelos de negocios y sistemas de operación basados en un enfoque de economía circular.
En el 2019, a través del Proyecto OLAS Océano Limpio de la GIZ, se diseñó y se implementó por primera vez la “Guía práctica para la disminución de plásticos innecesarios en el sector hotelero y turístico de Quintana Roo”. Tres años después, en 2023, esta herramienta se actualizó y complementó con materiales y herramientas para su implementación en el sector turístico en México, República Dominicana y Centroamérica, ahora se le conoce como la “Guía Menos Plástico”.
El propósito de la Guía es brindar una herramienta que oriente y acompañe con acciones prácticas al sector turismo en la transición hacia un mejor manejo y uso de plásticos, y así elevar la competitividad y calidad de los servicios, al tiempo que se protegen los océanos.
Será hasta la próxima…
Heli Medina.