Viéndolo desde afuera, vivir viajando es un estilo de vida tentador e idílico, pero para los que transitamos el mundo generando ingresos sabemos que esta es una carrera que requiere de cinco cosas: tiempo, preparación, valentía, adaptación y sacrificio. Una vez que decides ser nómada digital, sabes diferenciar de la realidad falsas afirmaciones como “vivir viajando es estar siempre de vacaciones”, “este modo de vida solo es asequible para millonarios” o “es imposible construir una carrera mientras recorres el mundo”. Aunque sí hay algunas cosas a tener en cuenta, aquí van tres de ellas.
La lista las encabezan profesiones como turismo, periodismo, piloto, relaciones internacionales, grado en Bellas Artes, entre otras. Por otro lado, emplearte en empresas relacionadas con la industria turística, como navieras, hoteles y aerolíneas, también te abre muchas puertas al mundo. En algunas de estas ocupaciones los viajes son inherentes, mientras que en otras es necesario orientar el objetivo de recorrer el mundo de forma proactiva. En mi caso, comencé como periodista especializada en turismo y viajes, haciendo coberturas para diferentes medios. Con el tiempo me independicé creando mi propia plataforma y generando ingresos por la creación de contenido. Para que mi ruta por el mundo sea continua, algunas de mis travesías son patrocinadas por prestadores de servicios turísticos, embajadas y oficinas de turismo que me contratan como especialista, conferenciante o creadora de contenido.
Mito. Vivir viajando es gratis para algunos profesionales y lo mejor es que disfrutan de vacaciones prolongadas. Realidad. Generar dinero mientras viajas es agotador física y mentalmente. Traslados o vivencias en un destino son necesarios para desarrollar tus labores y el viaje es un conducto para lograrlo, no una recompensa.
Tienen como principal objetivo viajar mientras trabajan en línea y hacer del mundo su oficina. Según la publicación Digital Nomads, en su lista de Los 16 mejores lugares para vivir como nómada digital en 2023, los tres primeros sitios los ocupan Lisboa (Portugal), Melbourne (Australia) y Chiang Mai (Tailandia). Según datos de Universia, una red de más de 1.000 universidades de Iberoamérica, las profesiones ideales para nómadas digitales son: experto en ciberseguridad, desarrollador web, especialista en marketing digital y gestor de inteligencia artificial. Si tu intención es trabajar para una empresa, crea un perfil en plataformas freelance como Upwork, Dynamite Jobs, We Work Remotely, Wellfound o Remote. Pero no todos trabajan para una compañía, muchos son emprendedores. Según el portal digital Passportphoto, y su Estadísticas y tendencias sobre nómadas digitales 2023, el 33% tiene su propio negocio.
Los pasos básicos consisten en valorar qué lugares son más amigables tomando en cuenta los costos de vida, el clima, la movilidad, la calidad de internet y atracciones turísticas; webs como Nomad List se especializan en recopilar estos datos. Ahorrar y presupuestar es indispensable. Es recomendable la masterclass Vivir viajando, el curso se adquiere por 20 dólares en la web Robertaconmaleta.com.
Mito. Para ser nómada digital no necesitas experiencia laboral y es suficiente con tener un ordenador y buena conexión a internet. Realidad. Una persona que quiera trabajar mientras recorre el mundo requiere de una profesión o, en su defecto, especializarse en algún campo que le permita desarrollar una labor de forma remota.
Si hablamos de vivir viajando nos enfocaremos en voluntariados internacionales y de larga duración (más de tres meses). Existen programas gratuitos, y, en la mayoría, la dinámica es intercambiar trabajo por hospedaje y comida. Los proyectos sociales, ambientales o culturales son promovidos por ONG, escuelas, granjas, hostales y refugios de animales. Para encontrar el programa o lugar de voluntariado recomiendo webs como Worldpackers, Helpx, Workaway, WWOOF, Volunteers Base y HelpStay. El registro en algunas de estas plataformas tiene un coste y las búsquedas están categorizadas por países, tipos de experiencias e incluso propósitos del viaje.
Mito. Cuando eres voluntario te cubren todos los gastos y te solucionan los trámites que sean necesarios para tu viaje. Realidad. Necesitarás ahorros para los billetes de avión, gastos extras, seguro de viaje y visado.
Aunque no hay fórmulas perfectas o escenarios ideales, sí existen maneras más sostenibles que otras para vivir viajando y las opciones mencionadas son un claro ejemplo. Otras alternativas para recorrer el mundo de forma continua o intermitente son estudiar en otro país, tramitar una Working Holiday Visa para trabajar en el extranjero o animarse con la Van Life (recorriendo carreteras en una furgoneta acondicionada como hogar).
