Japón introducirá este año nuevas restricciones de visitantes en una de sus principales atracciones en un intento de proteger el lugar del turismo excesivo.
El monte Fuji ha experimentado un auge en el número de visitantes que ha traído consigo la preocupación por la basura y la seguridad de los excursionistas.
Para ayudar a limpiar la montaña y preservar su entorno, las autoridades japonesas han introducido una tasa y un límite de visitantes diarios en el sendero más popular.
Las medidas entrarán en vigor el 1 de julio de 2024.
A partir de este verano, los visitantes del monte Fuji tendrán que pagar para recorrer una de las rutas de ascenso a la emblemática montaña.
El sendero de Yoshida es la ascensión más popular gracias a su fácil acceso desde Tokio y a la frecuencia de refugios de montaña en ruta que ofrecen alojamiento y comidas.
El gobierno de la prefectura japonesa de Yamanashi, que supervisa las actividades de senderismo en este lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ha considerado necesario introducir el peaje para proteger el medio ambiente.
También está aplicando un límite diario en el número de personas autorizadas a subir a la montaña por el sendero Yoshida para aliviar la congestión.
Los excursionistas no podrán subir más de 4000 al día a partir del 1 de julio de este año, que marca el inicio de la temporada estival de escalada de 70 días.
También se prohibirá a los escaladores iniciar la ascensión entre las 4 de la tarde y las 2 de la madrugada.
El año pasado, el sendero Yoshida registró un «número sin precedentes» de escaladores, según el gobierno japonés, y se prepara para una afluencia similar este año.
En 2023, un total de 221 322 escaladores ascendieron al monte Fuji, y más de la mitad optaron por utilizar el sendero Yoshida.
El aumento de visitantes ha provocado una acumulación de basura a lo largo del sendero, así como atascos de tráfico que han dado lugar a accidentes y lesiones.
También preocupan los excursionistas inexpertos que intentan el sendero y se encuentran con dificultades cerca de la cumbre, donde hay menos servicios.
Las autoridades aún no han revelado el precio, pero dicen que se anunciará en febrero.
Está previsto instalar una verja a la entrada del sendero de Yoshida donde se cobrará el peaje.
Las autoridades afirman que la recaudación se destinará a la construcción de refugios a lo largo del sendero para su uso en caso de erupción volcánica y al mantenimiento de la ruta de senderismo.
Desde 2014, se anima a los alpinistas que ascienden a la montaña por cualquiera de sus senderos a pagar voluntariamente 1000 yenes (6,20 euros) por persona para la conservación del lugar.