Con solo 13 años, Delvin Antonio Félix estaba seguro de la labor a que dedicaría su vida. A esa edad tomó la decisión de entrar por primera vez a una mina de larimar, no solo desafiando la autoridad de su padre, sino también poniendo en riesgo su vida. Se trata de una labor generacional que impacta a más de 600 familias, o aproximadamente el 80% de los residentes del pequeño pueblo Baoruco Abajo, en la provincia Barahona.
“Empecé desobedeciendo a mi papá, ya que era un menor de edad”, declaró a elDinero. “Desde que salía de la escuela subía a la mina para mirar cómo trabajaban él y otros mineros. Eso me fue gustando. Luego, ya más grande fui profundizando en el sistema minero, y hasta el sol de hoy sigo aquí”, agregó Félix.
La historia de Delvin, quien hoy tiene 33 años, es similar a la de 1,370 mineros que se dedican a la extracción, elaboración y comercialización de larimar, una piedra semipreciosa que retrata a la perfección el azul de las olas del mar Caribe. Aunque se trata de un número que varía de acuerdo con la producción anual, cada día son más las personas que viven de la joya, gracias a las innovaciones e inversiones, tanto públicas como privadas, que buscan hacerla no solo más sustentable, sino frenar su comercio ilícito.
Es en el sur profundo de República Dominicana, específicamente en las entrañas de la Sierra de Bahoruco, ubicada entre las provincias Pedernales, Independencia y Barahona, el único lugar, no solo en el país, sino en el mundo, donde puede encontrarse, bajo tierra, la gema en bruto de larimar.
Para muchos dominicanos, el larimar se está convirtiendo en una especie de símbolo patriótico, parte de la marca nacional. Pero no siempre fue así. Años atrás, esta piedra era considerada una alhaja de abuelas, en parte, por su simpleza.
El larimar todo el tiempo se vende como pan caliente. Usted lo sacó y lo vendió de una vez.Manuel FrankisTuit
Manuel Frankis, de 56 años, resalta lo fácil que era encontrarla antes de que contara con la fama que la cotiza cada día más. Él se dedica a la comercialización del larimar desde los 18 años y comenta cómo en los años 80, el interés era poco porque no era tan conocido.
Hace más de dos décadas, la gema era aún más común. Esto se debe a que había más producción porque, como describió Manuel, “la mina era más virgen”, es decir, los yacimientos eran superficiales, por lo que era más fácil extraerla. Hoy, la realidad es distinta desde todas las perspectivas, pero incluso así, la piedra se vende “como pan caliente”, dice.
Ese hecho se puede visualizar en las estadísticas. De acuerdo con datos de la Dirección General de Minería, en 2018, la producción de larimar se reportó en 54,557 libras, entre sus tres tipos que van desde “primera”, que aportó 19,400 libras, hasta los denominados “macos”, que reportaron 17,857 libras. Desde entonces, la cantidad en peso, tanto monetario como en volumen, se ha duplicado.
En 2021, se registraron 120,908 libras con precio promedio de RD$2,146, para un monto total de RD$259.5 millones. Según datos oficiales, ese año se reportaron pagos de hasta RD$8,000 por libra.
Jorge Caridad, artesano y fundador del Museo de Larimar Dominicano, atribuye el auge a una mayor demanda internacional, algo que Pedro Castro, presidente de la Federación Dominicana de Artesanos, explica que se da a partir de que el larimar se convierte en la piedra nacional de República Dominicana y única en el mundo.
Hace tres años, una piedra de la mejor calidad se vendía en RD$4,500 la libra. Hoy ese precio aumentó a RD$5,000, aseguran mineros en la zona de extracción.
La roca tiene distintas denominaciones de acuerdo con la intensidad de su color. Está la “marifina”, o de segunda, que puede costar más de RD$2,000 la libra, para un aumento de más de RD$600 desde 2021, cuando se vendía a RD$1,425. La de “tercera”, o marifinga, a pesar de que sus características son menos atractivas, pueden venderse a RD$500 la libra, y representa el sustento de decenas de personas, indican lugareños, quienes las recogen cuando los mineros las desechan por su poco valor de venta.
La revalorización del larimar es un trabajo que se viene dando por las distintas administraciones, las cuales han tratado de elevar su perfil, declarándolo “piedra nacional oficial” en 2011 y, en 2018, estableciendo un Día Nacional del Larimar, cada 22 de noviembre. En ese sentido, la capacidad de respuesta se debe a las innovaciones tanto prácticas como teóricas, en busca de regularizar la producción de larimar y frenar su comercio ilícito.
Desde hace siete años, Hansel Adony, de 37 años, es uno de los 55 propietarios de los más de 62 pozos mineros de larimar y explica cómo las inversiones, tanto públicas como privadas, mejoran la producción e impactan la vida de los mineros.
En el pasado quedaron los días en los que se podía acceder a la zona de extracción sin seguridad, supervisión o permiso, una realidad que pudo constatar este medio al llegar al lugar y encontrar una vigilancia militar que controlaba quién accedía a la mina.
Relata que antes se usaban poleas para entrar y extraer las rocas. Hoy utilizan grúas eléctricas, fundamentales para sacar tierra y el larimar, así como para bajar el personal. Además, gracias a que cuentan con electricidad para suministrar aire y bombas sumergibles, tienen mayor producción.
La ventilación se queda prendida después que terminamos el trabajo, por lo que los pozos se mantienen frescos, así como la madera, que se conserva más tiempo. Además, nos permite entrar temprano al trabajo y producir más.Hansel AdonyTuit
Anteriormente, disponían de plantas a gasolina, lo que aumentaba el costo de extracción del larimar. Como si no fuera suficiente, la labor a pico era más intensa. Ahora que cuentan con energía eléctrica, disponen de taladros mecánicos, facilidades y medidas que valora Delvin como minero, quien ha se dedicado por 20 años a la obtención del mineral.
Aun así, debido décadas de trabajo sin las más mínimas medidas de seguridad, aún no se adaptan a los chalecos, cascos y otros recursos disponibles para su trabajo. Ese es el primer desafío a superar para hablar de una innovación en la minería artesanal, de acuerdo con la directora de promoción minera, del Ministerio de Energía y Minas, Golye Latoufe de Garib. Equipo de protección para mineros de larimar.
En 2022, la producción experimentó una disminución significativa, alcanzando un total de 16,128 libras. Este declive se atribuye a cierres ocasionados por diversos eventos, entre los cuales se incluyen trágicos sucesos como pérdidas humanas y crisis sanitarias. No obstante, desde entonces, se ha observado un impulso en los esfuerzos del sector público, orientados a la regulación del larimar con el objetivo de revitalizar y estimular la industria minera. En ese período se registraron 758 mineros fiscalizados, y se generaron unos 373 empleos al mes. Producción de larimar en 202216,128 LbsGolye Latoufe de Garib
Latoufe explica que el cierre estuvo hasta que se desarrolló un acuerdo de seguridad entre la institución que representa y la directiva tanto de las cooperativas como de la asociación que administran los pozos de larimar, en el cual se diseñaron los protocolos, se tomaron medidas y se implementó un programa de educación tanto en seguridad como en salud hacia los mineros.
Pero ella destaca un dato todavía más interesante, a su entender. “La seguridad en el trabajo es una cultura y tú cambiar de hoy a mañana 50 años de un modo de trabajo no es sencillo. Eso no lo logra un decreto ni una orden que se lanza a partir de hoy, eso es un proceso, primero de hacerle entender a ello el riesgo“, detalla Latoufe.
El trabajo se ha divido entre proyectos y programas. En estos últimos se enmarcan las capacitaciones y profesionalizaciones tanto de mineros como artesanos. Aunque Latoufe llama a la actual gestión como un período de transición, los resultados ya son tangibles.
Delvin lo confirma: “Ahora hay más cuidado, a pesar de que los túneles son más profundos, ya no es solo con el arnés, sino con la grúa, al igual que el sistema de madera, ahora está más reforzado. A algunos tramos le ponen hasta acero para asegurarlos más. Está más seguro al 100%”.
Tal como expresó Latoufe, para cambiar una cultura “hay que ir poco a poco, paso a paso”, generando las condiciones para que después, los mineros, reflexionen sobre cómo trabajaban antes. Actualmente disponen la Escuela Taller y Museo Larimar, en Barahona, de la cual Delvin dice con orgullo haber sido de la primera promoción de graduados. Piedra de larimar. Fuente: Ronny Cruz.
De hecho, los mineros tienen ahora la obligación de pasar por el programa de educación para poder entrar en la mina y trabajar el larimar. “Nos vamos preparando para darle corte al larimar, procesarlo, lo que nosotros llamamos tallar para darle la mejor forma posible y así el cliente se sienta satisfecho al comprar un producto”, explica Adony.
Los artesanos tienen también su cuota en la revalorización del larimar. Como propietario de un museo, Caridad coincide en que, en la medida que los artesanos pueden presentar joyas mejor acabadas y con diseños más atractivos, la piedra puede ser aún más rentable.Corte de roca de larimar. Fuente: Ronny Cruz.