La Federación de Campesinos hacia el Progreso (FCHP) gestiona desde 1987 proyectos comunitarios que hoy benefician a unas 700 familias ubicadas en la cuenca alta del río Yuna, en la provincia Monseñor Nouel.
Su presidente, Esteban Polanco, confía en el relevo joven y en la capacitación para mantener vigente el camino hacia la sostenibilidad que se han propuesto las 24 comunidades que bajo la sombrilla de la federación protegen los recursos naturales alrededor del río más caudaloso del país.
“Hemos creído siempre en la ciencia, en la investigación. Creemos en lo empírico combinado con la investigación”, destaca el líder comunitario, educador y ambientalista.
Polanco explica que la formación en estas lomas se remonta a 1993, con la creación de un equipo de multiplicadores y multiplicadoras que se encargaba de dar seguimiento a los proyectos.
“Habíamos concebido la idea de hacer una transformación de la producción, una producción más rentable y sostenible al mismo tiempo. Nosotros tenemos que formar agricultores, preferiblemente jóvenes, que puedan tener la energía que se necesita en una montaña como esa para moverse de una comunidad a otra”.
Con sede en la comunidad de Blanco (municipio Bonao), la federación ya contaba con una modesta escuela agroecológica que, como dice Polanco, han sostenido de manera informal “porque estamos enseñando y la escuela no tiene que ser entre cuatro paredes”.
“La mejor escuela es el espacio de práctica y donde usted le pueda explicar a los muchachos las cosas. Por eso insistimos en tener una escuela agroecológica. Tenemos todas las condiciones aquí, en Blanco”. Alrededor de 70 estudiantes se han formado a la fecha.
¿Qué sucedió? “Cuando nos quemaron el negocio en el puente tuvimos que disminuir a los niños que llevamos a estudiar allá porque cómo los íbamos a mantener”, se lamenta Polanco.
Esto ocurrió en 2006, cuando la tienda donde la federación ofrecía sus productos agropecuarios fue incendiada.
Una escuela formal
Después de muchos años de trabajo e insistencia, el sueño de una escuela “formal” se hace realidad con el apoyo de la Fundación Popular, institución con la que mantienen una relación de cooperación desde 2014 (la fundación les ayudó en la construcción de una hidroeléctrica y una escuela en la comunidad La Ensenada).
“La agroecología lo atraviesa todo. Si queremos desarrollar estas comunidades, formar muchachos y muchachas que garanticen que el futuro de esta comunidad sea sostenible y la gente no se arrepienta de ser campesino, tenemos que hacer una escuela agroecológica, pero nosotros tenemos que articular esta escuela y que alguna institución nos la avale”, dice Polanco que le explicaron a la Fundación Popular.
Y la asistencia llegó. El aval como escuela técnica lo otorgará el Instituto Nacional de Formación Técnica Profesional (Infotep).
El acuerdo entre las tres instituciones fue firmado en octubre de 2023.
La escuela funcionará en el Complejo Ecoturístico Río Blanco, referencia del turismo sostenible dominicano al que llegan locales y extranjeros todo el año a disfrutar de los atractivos del noroeste de la provincia Monseñor Nouel.
Ya se está trabajando en la infraestructura, la filosofía y el currículo de la escuela, compartió Polanco en el Encuentro Verde de LISTÍN DIARIO.
Una escuela diferente
“La naturaleza de esta escuela es diferente a otras escuelas del país; queremos marcar la diferencia. Esta escuela nace del corazón de los campesinos de estas comunidades y de sus necesidades”, comenta Polanco.
Para la federación y la zona, agrega, será una columna vertebral “porque aquí se van a formar las generaciones que nosotros necesitamos que vivan en esta loma, que manejen esta loma y que conserven los recursos naturales de esta loma”, indica el educador y activista ambiental.
La obra se levanta en unos 300 metros cuadrados, detrás del pabellón donde funciona el taller de bambú.
Los estudios serán adaptados a la situación de cada grupo pues, como sostiene Polanco, “tenemos muchachos analfabetos en esas lomas y no podemos limitarlos porque no sepan de letras”.
“Si tenemos que alfabetizarlos lo hacemos, para que se puedan incorporar. Hay unos grupos de habilidades blandas, como les llaman a los de bajo nivel académico; bueno, pues se crearán grupos para ese sector”.
Añade: “Tenemos que tener una escuela ajustada a nuestra realidad. He dicho en muchas ocasiones que los niños van a la escuela en este país a desaprender, porque lamentablemente no se está educando hacia el interés de la población y, además, la educación en República Dominicana es de malísima calidad. Hablamos con el Infotep y le dijimos que queremos una escuela para los jóvenes de la loma para que se queden en la loma”.
A las asignaturas de agroecología se sumarán Informática y artesanía, “porque tenemos un flujo constante de turistas”, señala Polanco. DE INTERÉS
– Será una escuela abierta para locales y extranjeros. “No podemos tener fronteras. La escuela va a funcionar para los muchachos”, sostiene Esteban Polanco.
– La academia, que ofrecerá alojamiento y alimentación a los estudiantes, está abierta a que instituciones y empresas apadrinen el estudio de jóvenes interesados en la agroecología.
– ¿Modo de pago? Todavía no se ha establecido pero “debe funcionar como escuela pública –explica Polanco-. Los materiales deben adquirirlos los estudiantes, darles algún sacrificio”.
– Se espera que la escuela esté lista para finales de 2024. Blanco pertenece al distrito municipal La Salvia-Los Quemados del municipio de Bonao.