Para que la República Dominicana pueda mantener y ampliar su éxito en el turismo debe diversificar su oferta, promover el desarrollo de un turismo sostenible, modernizar su marco legal y fortalecer la profesionalización de su capital humano.
Así lo considera Ina Percival, directora de la Escuela de Turismo y Gastronomía de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM-CDQ), tras señalar que con esto no solo continuaría siendo un destino de referencia en el Caribe, sino que también se posicionaría como un modelo de desarrollo turístico sostenible y competitivo a nivel global.
Afirma que la necesidad de una nueva ley orgánica de turismo es inminente, ya que la actual ley data de 1969 y no refleja las realidades y necesidades actuales del sector.
Explica que esta nueva legislación debe contemplar una clasificación hotelera actualizada, incluyendo tipologías de establecimientos, así como nuevas regulaciones que promuevan la calidad y sostenibilidad.
Además, una Estrategia Nacional de Turismo alineada con los desafíos y oportunidades del siglo XXI que garantizaría que el crecimiento del sector sea ordenado, inclusivo y sostenible.
Advierte que el éxito del turismo dominicano depende en gran medida de la calidad de los servicios ofrecidos, en que la profesionalización del capital humano es esencial, en idiomas, nuevas tecnologías, calidad y programas de capacitación puntuales de acuerdo con la necesidad del mercado.
Cree que el reciente acuerdo de cielos abiertos entre Estados Unidos y República Dominicana es un impulso significativo para el sector turístico, ya que la nación norteamericana es el principal mercado emisor de turistas para el país.
“Y este acuerdo facilitará un aumento en el flujo de visitantes, al permitir una mayor oferta de asientos y, por lo tanto, tarifas más competitivas y mayor frecuencia de vuelos”, prevé Percival.
Señala que esto no solo beneficiará al turismo de ocio, sino también al turismo comercial y de negocios, abriendo oportunidades para el crecimiento en estos segmentos.
Considera que la diversificación de la oferta turística es clave para atraer a diferentes segmentos del mercado.
Asegura que promover nuevas tipologías de turismo, como el ecoturismo, el turismo comunitario, turismo cultural y el turismo de aventura en polos emergentes como Miches, Punta Bergantín, Baní, Pedernales y Barahona permitirá al país captar nuevos nichos de mercado.
Esto contribuirá a la desconcentración del turismo, fomentando el desarrollo regional y aliviando la presión en destinos como Punta Cana y Santo Domingo.