Enfoque semanal: Crecimiento del turismo

Enfoque semanal: Crecimiento del turismo
Enfoque semanal: Crecimiento del turismo

Ese 16 por ciento se traduce, según los datos citados, en 19.4 mil millones, según un estudio del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), dado a conocer recientemente.
Esto significa que este sector es fundamental para la economía dominicana, que desde hace tiempo no cuenta con la exportación de azúcar como su principal pilar económico de la nación.

República Dominicana es un país hermoso que atrae a personas de diversos puntos del mundo y por eso debemos cuidar nuestra imagen internacional.

Esa imagen está siendo empañada por la inseguridad ciudadana que se torna cada día más preocupante. Combatir la inseguridad no sólo es un trabajo de la Policía Nacional, ni de los fiscales y jueces, sino de toda la sociedad, comenzando por la familia, base primordial de la sociedad civilizada.

No basta poner a operar el aparato represivo para castigar el delito, para establecer un régimen de consecuencia que sirva de freno al individuo en su potencial inclinación a delinquir, tal y como lo planteaba ese gran jurista italiano Cesáreo Beccaria.

Hay que prevenir el delito y para prevenirlo se necesita poner a funcionar el aparato estatal, desde la escuela hasta las universidades, pasando por los clubes, las entidades religiosas y toda la sociedad civil.

La situación de inseguridad que se está viviendo en el país es grave y, pese a que las autoridades policiales están haciendo un trabajo digno y encomiable, esta orgía de sangre y este carnaval delictivo no para.

Desde el Estado, que tiene el monopolio de la persecución del delito, debe propiciarse una campaña de persuasión y de concientización ciudadana que toque lo más profundo del alma nacional.
Esa campaña debe llegar a los barrios, a los campos más remotos, desde Punta Cana hasta la frontera, recorriendo todo el territorio nacional.

Los medios de comunicación y las iglesias también deberían integrarse a la lucha contra este flagelo que amenaza los cimientos de la sociedad dominicana y que nos podría colocar en un estadio de barbarie ya superado hace milenios.

Tenemos todos el deber de contribuir a una patria mejor, donde reine la convivencia civilizada, para que todos los dominicanos y extranjeros que nos visitan puedan sentirse seguros en este paraíso de 48,442 kilómetros cuadrados, rodeado de valles, cordilleras, llanuras, ríos y bosques que nos ha reglado la sagrada madre naturaleza.