En el año 2019, Nueva Zelanda introdujo el Impuesto Internacional para la Conservación y el Turismo para Visitantes (IVL) como mecanismo para garantizar que los visitantes internacionales contribuyeran directamente a los costes de mantenimiento y conservación de los atractivos turísticos del país, que por ese entonces eran pagados por los contribuyentes neozelandeses.
Ahora el gobierno ha decidido incrementar el IVL de 35 dólares neozelandeses, unos 31 euros, a 100, algo más de 55 euros. Una medida que el ejecutivo ha aplicado en consecuencia al incremento en la llegada de turistas a las islas.
Al mismo tiempo que desean que la actividad turística siga creciendo en el país, el gobierno ha recordado el coste que está actividad también implica costes para las administraciones regionales además de la presión adicional sobre las infraestructuras y el incremento de los costes de conservación y mantenimiento.
3% del gasto del turista
“Un IVL de 100 dólares generalmente representaría menos del 3% del gasto total de un visitante internacional durante su estancia en Nueva Zelanda, lo que significa que es poco probable que tenga un impacto significativo en el número de visitantes” ha dicho Doocey, que está seguro que pese a este aumento de la tasa turística el número de visitantes continuará aumentando como lo lleva haciendo en los últimos años. Indica, además, que con este aumento impositivo los turistas podrán contribuir a la conservación de los parques nacionales de alto valor medioambiental, hogar de muchas especies endémicas únicas en el mundo.
Una medida popular entre los neozelandeses
Según el ministro, la consulta pública realizada por su gobierno derivó en una holgada mayoría favorable al aumento del IVL. “El 93% de los participantes apoyaron aumentar el IVL, y la principal justificación fue que un aumento sería razonable para ayudar a cubrir los costes del turismo” dijo el ministro