Si las previsiones se cumplen, España cerrará este año con 91 millones de turistas extranjeros. Las predicciones más optimistas apuntaban a un récord de 100 millones anuales al final de la década, pero parece que se podrá llegar a esa cifra en 2025 o 2026. Este año 2024 se registrarían 91 millones de turistas, tres millones de empleos y el 13% del PIB, lo que auparía al Turismo como el gran Sector de la economía española. No obstante, esto también está teniendo algunos efectos negativos como la gentrificación y la masificación.
Concretamente, toca a casi dos turistas por español, es una proporción muy superior (48,8 millones de autóctonos frente a 91 millones de foráneos) a la de otros países del top turístico, como Estados Unidos, Italia, Turquía o China. Esto será aún más problemático cuando se llegue a los 100 millones en 2025 o 2026, aunque si desde el Sector público y privado se toman las medidas necesarias será una gran noticia.
Según la consultora Darwin & Verne, el turista de los próximos años será un turista con mayor capacidad adquisitiva, que busca mimetizarse con el país y demanda experiencias creativas y compartidas que se diferencien del viaje guiado y pautado tradicional. Por otra parte, el abandono del estereotipo de país de sol y playa está ayudando a España a consolidarse como un destino asociado a la calidad de vida, el entretenimiento, la cultura y las compras, con un efecto muy positivo en la desestacionalización.
«Nos hemos convertido en el primer destino mundial de festivales, desbancando al Reino Unido. Desde los primeros, como el FIB, la geografía española está jalonada de estos teatros de experiencia con cada vez mayor apoyo de los gobiernos regionales y locales», explica Fernando Alonso-Cortés, director de Beagle, la unidad de experiencia de cliente de Darwin & Verne.
También cabe destacar el Turismo sanitario, la gran tendencia del Sector en el siglo XXI y se espera que a final de esta década mueva 200.000 millones de dólares anuales. En este sentido, el ciudadano global busca destinos que ofrecen desde tratamientos de belleza a injertos capilares, fecundación in vitro y cirugía plástica, dental y de reasignación de sexo. El turista sanitario se mueve animado por el precio, la calidad en el servicio y la privacidad. Otro dato importante es que el turista repite y quiere quedarse, la gastronomía, la vida en la calle, la libertad y la tolerancia, los servicios públicos, el patrimonio artístico, la seguridad y el clima atrae.
Por otro lado, la pandemia pareció anticipar una crisis en el negocio de las ferias y congresos, debido al auge del networking digital, pero en España se ha vuelto a cifras precovid y en 2023 se alcanzaron récords históricos en IFEMA y Fira de Barcelona. El impacto económico del Turismo de congresos suma 5.100 millones de euros en Madrid y 4.700 millones en Barcelona.