En 1933, cuando el reconocido comparatista francés, Georges Pillement tradujo e incluyó “La mujer” de Juan Bosch en su hoy visionaria antología “conteurs hispanoaméricains”, se tuvo la ilusión de que la literatura dominicana iba a romper los límites marítimos y lingüísticos; sólo fue ilusión.
Entonces el gobierno de Trujillo, a pesar de ciertas muestras de intolerancia para con algunos opositores, no había asumido el carácter totalitario y unipersonal que mantuvo hasta 1961.
La dictadura de Trujillo hizo esfuerzos para que nuestra literatura se difundiera en el extranjero. En ocasión del centenario de nuestra Independencia (1944), recordemos, se aprovechó la presencia de intelectuales republicanos españoles exiliados en Santo Domingo para destacar nuestros valores literarios en una censurada Antología poética que se difundió por América y Europa; pero al mismo tiempo se le solicitó a la recién fundada OEA que no promoviera escritores dominicanos opositores a Trujillo como el destacado escritor Juan Bosch. Una dictadura es incapaz de someterse al juego de la libre expresión, pero logró que la novela de Galván, “Enriquillo”, encabezara, en francés e inglés, la colección de obras representativas latinoamericanas de la UNESCO. Pero no consiguió en 1955 que el mundo mirara hacia República Dominicana cuando organizó la Feria de la “Paz” en un país gobernado por una dictadura; la Feria desestabilizó la economía dominicana. El régimen persistió en su cerrazón.
Trujillo aisló República Dominicana del mundo. El territorio de donde partió la conquista y colonización del Nuevo Mundo se convirtió, como dice el eslogan de los tours operadores, en el “secreto mejor guardado de El Caribe”. Padecimos, desde entonces, hasta 1996 cuando se puso empeño en hacer del turismo nuestra principal fuente industrial, del síndrome del descubrimiento recurrente y hoy más de 10 millones de turistas nos visitan anualmente revelándole al mundo el “secreto mejor guardado del Caribe” y convirtiéndonos en el destino turístico preferido de la región y Suramérica.PUBLICIDAD
A pesar de sus luces y sombras, nuestra estabilidad democrática data de 1966; e igualmente nuestra importancia económica regional. Gracias a la estabilidad política y económica, el mundo ha volcado sus ojos no sólo hacia nuestras playas sino también a su historia, su poesía y sus escritores. Además de Bosch, también se han traducido novelas de Veloz Maggiolo; también al inglés, francés, alemán e italiano, antologías de poesía y cuentos, porque ya no somos el secreto mejor guardado de El Caribe.