El turismo es uno de los pilares económicos de México y la principal fuente de empleo en Quintana Roo. A un mes de la llegada de Josefina Rodríguez Zamora a la Secretaría de Turismo y con el próximo relevo en la presidencia de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, se abren expectativas de revitalización en un sector que afronta grandes retos.
Este año se sintió un estancamiento en la llegada de turistas internacionales, con el consiguiente impacto en la captación de ingresos. En un contexto de competencia global, otros destinos han intensificado sus esfuerzos de promoción e inversión, mientras que México se arriesga a quedarse atrás. A nivel federal, la nueva secretaria debe trabajar en estrategias de promoción que reposicionen al país como un destino líder y competitivo en el mercado internacional.
La asistencia de Rodríguez Zamora al Cancún Travel Mart, algo que su predecesor evitó alineándose con la postura de la administración pasada, es una señal alentadora. Su apertura al diálogo con líderes turísticos y autoridades locales marca una diferencia importante. Sin embargo, el reto va más allá de las buenas intenciones: México requiere una estrategia de promoción sólida y coordinada para ganar terreno frente a destinos emergentes que han sabido invertir en campañas específicas para atraer visitantes.Mejores paquetes vacacionales
La falta de un organismo como el extinto Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), desintegrado por el expresidente López Obrador, es una preocupación constante en el sector. Aunque la secretaria reconoce la importancia del turismo, no se ha manifestado en favor de revivir el CPTM, lo que limita los esfuerzos nacionales de promoción y deja al país sin una voz unificada. Hoy más que nunca, una estrategia integral es esencial para dar la batalla en un entorno donde la competencia es fuerte.
México tiene un potencial incomparable: riqueza cultural, belleza natural, gastronomía y una infraestructura de clase mundial. Sin embargo, este valor necesita respaldo y proyección internacional para traducirse en mayor afluencia de visitantes. La industria turística mexicana no puede permitirse esfuerzos aislados. El gobierno federal debe asumir un papel de liderazgo, uniendo fuerzas con actores locales para crear una estrategia promocional efectiva y competitiva.
Es momento de actuar con visión y compromiso, brindando al turismo mexicano el impulso necesario para enfrentar los desafíos actuales y convertirlos en oportunidades de crecimiento y liderazgo en el escenario global.