Al visitar la Galería Uffizi en Florencia, algunos turistas pueden experimentar algo más que la admiración común por las obras de arte. Una sobrecogedora sensación de asombro, acompañada de síntomas físicos como mareos, palpitaciones o incluso alucinaciones, puede tomar el control. Este fenómeno, conocido como el síndrome de Stendhal, se puede ver en personas expuestas a la inmensa cantidad de obras maestras que se encuentran en la capital del arte renacentista.
El síndrome de Stendhal es un trastorno psicosomático que provoca una respuesta extrema al contemplar obras de arte, generalmente en entornos con una alta concentración de belleza y riqueza artística. Los síntomas pueden incluir mareos, palpitaciones, despersonalización, alucinaciones y una sensación de sobrecarga emocional. Aunque estos síntomas pueden parecer severos, suelen ser temporales y desaparecen una vez que la persona abandona el lugar. Se cree que la causa principal radica en la incapacidad del cerebro para procesar adecuadamente la avalancha de estímulos visuales y emocionales que ofrecen obras de arte mundialmente famosas.El célebre escritor francés Stendhal describió intensas palpitaciones al visitar la Basílica de Santa Croce (REUTERS)
El nombre del síndrome proviene del escritor francés Henri-Marie Beyle, más conocido por su seudónimo Stendhal. Durante un viaje a Florencia en 1817, el autor de “Rojo y negro” describió en su diario cómo el contemplar las obras maestras de la Basílica de Santa Croce le provocó una intensa sensación de éxtasis y una “feroz palpitación del corazón”. Escribió sobre su miedo a desmayarse y cómo la magnificencia del arte parecía sobrecogerle hasta el punto de casi desplomarse. Seguramente Stendhal no supo que estaba describiendo un fenómeno que con el tiempo llevaría su nombre.
El síndrome fue descrito por primera vez desde un punto de vista clínico en 1989 por la psiquiatra italiana Graziella Magherini, quien trabajaba en el Hospital Santa Maria Nuova de Florencia. Magherini observó y estudió a 106 pacientes, todos ellos turistas, que experimentaban síntomas similares después de exponerse a grandes obras de arte en la ciudad. Estos pacientes presentaban ataques de pánico, alucinaciones y una pérdida temporal de la identidad, lo que llevó a Magherini a clasificar el síndrome como un trastorno psicosomático relacionado con la sobreexposición a la belleza artística y el estrés del viaje.Florencia es considerada un foco de casos del síndrome de Stendhal (REUTERS)
Los síntomas del síndrome pueden variar, pero a menudo incluyen mareos, desorientación, falta de aliento, palpitaciones, e incluso episodios de alucinaciones visuales o auditivas. Se desencadena principalmente cuando una persona se enfrenta a una cantidad abrumadora de arte, especialmente si viajó con grandes expectativas de lo que verá. Florencia, con sus innumerables tesoros artísticos como las esculturas de Miguel Ángel o las pinturas de Botticelli, es uno de los principales focos donde se reportan estos casos. Sin embargo, no es exclusivo de esta ciudad, ya que otras ubicaciones densas en obras de arte o significado histórico también pueden ser detonantes.
A pesar de los estudios de Magherini y el interés mediático, el síndrome de Stendhal no está reconocido en manuales médicos oficiales como el DSM-5, utilizado por los profesionales de la salud mental para diagnosticar trastornos psiquiátricos. Muchos psicólogos y psiquiatras debaten sobre si los síntomas reportados son realmente únicos del síndrome o si, por el contrario, están más relacionados con condiciones más comunes como el estrés, la fatiga del viaje o la agorafobia. Como señala la psicoterapeuta Cristina de Loreto, los entornos abarrotados, la deshidratación o el agotamiento también pueden provocar reacciones físicas similares, sin necesidad de atribuirlas a una condición psiquiátrica específica. Otros expertos sugieren que el síndrome puede estar relacionado con los efectos de la sugestión y las altas expectativas que los turistas tienen al visitar lugares icónicos.