Los ministros de Turismo del grupo del G7, reunidos en Florencia (norte de Italia) bajo la presidencia italiana de turno, se han comprometido a apoyar «un cambio de paradigma hacia un desarrollo turístico centrado en el ser humano, bien gestionado y equilibrado».
En el documento final del Grupo de las siete democracias más industrializadas del mundo, publicado este viernes tras varios días de reuniones, se aborda la necesidad «para brindar oportunidades de desarrollo y perseguir una prosperidad compartida y sostenible, aprovechando los nuevos avances tecnológicos» para este sector.
Asimismo, se remarca que «en un contexto internacional marcado por múltiples crisis y conflictos», el turismo puede construir «puentes entre las naciones y la promoción del entendimiento y el respeto mutuos entre los pueblos y las culturas».
Los ministros de Francia, Alemania, Gran Bretaña, Estados Unidos, Japón, Canadá e Italia también abogaron por «fortalecer el impulso hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental; mejorar el papel del capital humano mediante el desarrollo de habilidades; y aprovechar el potencial de la digitalización y la inteligencia artificial».
Subrayaron que «el éxito del turismo no debe medirse únicamente en función del número de visitantes, sino que debe evaluarse desde una perspectiva holística, teniendo en cuenta los impactos positivos que el turismo puede generar a nivel de destino».
«La industria del turismo debe esforzarse por lograr un modelo sostenible integral a largo plazo para garantizar que los beneficios del turismo se distribuyan ampliamente entre todos, incluidas las poblaciones desatendidas y locales, las micro, pequeñas y medianas empresas y toda la cadena de valor», explicaron.
Y para ello «apoyar un desarrollo participativo bien planificado de los destinos y abordar la estacionalidad son elementos clave de este enfoque».
Al mismo tiempo, se comprometieron «a promover y aumentar la disponibilidad de prácticas y experiencias turísticas respetuosas con el medio ambiente, así como la concienciación y la capacidad de acción de los turistas, permitiendo a los viajeros tomar decisiones sostenibles y bien informadas».
Sobre la Inteligencia Artificial (IA), el tema propuesto por Italia para el G7, los ministros aseguraron que «puede redefinir los límites del turismo, allanando el camino a nuevas sugerencias y experiencias personalizadas para los turistas, mejorando las operaciones comerciales y la organización del trabajo y creando nuevas oportunidades de empleo».
«La IA puede contribuir a la sostenibilidad del turismo al permitir el análisis predictivo de datos complejos, lo que permite una mejor gestión de los flujos turísticos y la planificación de los servicios en los destinos, incluido el transporte y la gestión de residuos, y fomentar la eficiencia en el uso de los recursos». añadieron.
Aunque advirtieron sobre la necesidad «de garantizar la ciberseguridad de las empresas turísticas, la protección de la transparencia de los datos de los clientes y la rendición de cuentas para evitar daños a los clientes, así como abusos de la tecnología de IA, que pueden distorsionar el mercado y alterar injustamente la competencia, como las críticas falsas».