Turismo inmobiliario de lujo impulsa desarrollo sostenible en Jarabacoa

Turismo inmobiliario de lujo impulsa desarrollo sostenible en Jarabacoa
Turismo inmobiliario de lujo impulsa desarrollo sostenible en Jarabacoa

El turismo inmobiliario se mantiene como una de las tendencias más atractivas en el mercado dominicano, al impulsar inversiones que combinan lujo, sostenibilidad y experiencias personalizadas.

Este modelo no sólo redefine la manera en que se perciben las segundas viviendas, sino que además responde a una creciente demanda de espacios que integren servicios hoteleros de alta calidad y una administración eficiente, lo que libera a los propietarios de las gestiones tradicionales. La diversificación de destinos turísticos hacia áreas montañosas y ecológicas refuerza este paradigma, que atrae tanto a inversionistas nacionales como extranjeros.

En la República Dominicana, destinos emergentes como Jarabacoa y Montecristi están capitalizando su riqueza natural para posicionarse como polos clave de este nuevo enfoque. La combinación de un clima agradable, paisajes excepcionales y la incorporación de estándares sostenibles en el diseño y operación de los proyectos inmobiliarios está transformando estas localidades en zonas de alto valor agregado. Este fenómeno no solo beneficia a los desarrolladores y compradores, sino que también dinamiza las economías locales, crea empleos y fortalece la infraestructura comunitaria.

El atractivo de este modelo radica en su capacidad para ofrecer retornos de inversión constantes, gracias a la gestión profesional de las propiedades como parte de redes hoteleras globales.

Más de 7,000 casas de veraneo están diseminadas en todo el municipio de Jarabacoa.

Los propietarios disfrutan de la flexibilidad de usar sus viviendas en temporadas específicas y, al mismo tiempo, generan ingresos mediante esquemas de alquiler organizados por operadores especializados. Este enfoque híbrido ha demostrado ser especialmente efectivo en mercados competitivos donde los compradores valoran tanto la rentabilidad como la experiencia de propiedad.

La expansión de este tipo de desarrollos refleja –a la vez- un cambio en las prioridades de los consumidores, quienes buscan un equilibrio entre inversión financiera, sostenibilidad y estilo de vida. Los proyectos en esta categoría no solo destacan por su diseño arquitectónico y ubicación estratégica, sino también por su capacidad para ofrecer experiencias integrales que incluyen contacto con la naturaleza, actividades recreativas exclusivas y un compromiso genuino con la conservación del entorno.

En este contexto, República Dominicana está bien situada a nivel regional en el turismo inmobiliario, al aprovechar su diversidad geográfica y su capacidad para adaptarse a las nuevas tendencias del mercado. En Jarabacoa, por ejemplo, Alterra, un ambicioso proyecto inmobiliario turístico, se consolida como uno de los más importantes en este municipio y en la región norte o Cibao. Tras una exitosa primera fase, la iniciativa anuncia su alianza estratégica con Wyndham Hotels & Resorts, lo que marca un hito con la construcción de un hotel de 130 habitaciones para Jarabacoa (conforman 50 villas), que será el más grande de la zona.

Duplicará prácticamente la cantidad de habitaciones que tiene el hotel más grande en la actualidad en Jarabacoa, que son unas 65. Pablo Espinal CEO o director general de Alterra, le dijo a elCaribe que este nuevo esquema combina inversión inmobiliaria y hospitalidad de lujo, permite a los inversionistas adquirir villas tituladas y traspasables, y elimina las preocupaciones tradicionales asociadas a las segundas residencias. Wyndham garantiza la administración completa, lo que incluye mantenimiento, seguridad y operación, y asegura una experiencia cinco estrellas.

Implica la construcción y la venta de unidades inmobiliarias que se integran a lo que se llama un concepto de marca presidencial privada.

Alterra cuenta con seguridad en sus proyectos turísticos.

Unidades tituladas, no un club

Wyndham Hotels & Resorts, a través de Registry Collection (la marca más exclusiva de Wyndham), que Alterra ha adquirido, administra la operación hotelera. Es un grupo de inversión y de segunda casa. No se trata de un club de vacaciones, sino de unidades tituladas y traspasadas a nombre del inversionista, y este puede revender en cualquier momento. De esa forma se evita al dueño todos los dolores de cabeza que conlleva tener una segunda casa, como el pago de mantenimiento, reparación de lo que se daña, limpieza y seguridad, etcétera.

El hotel operará dentro de un esquema ecoamigable, de bienestar, de naturaleza, aventura, villas de lujo y villas privadas, donde cada familia tendrá la oportunidad de disfrutar con un nivel de privacidad, de seguridad, y con la operación de Wyndham, con un hotel cinco estrellas y todas las comodidades que eso conlleva.

Las villas están integradas en un entorno de pinos y respetan la naturaleza circundante con criterios de construcción de baja densidad, según explica el arquitecto José Ernesto Peña. Alterra reforesta cada lote concluido, lo que garantiza la conservación del entorno. Al día de hoy, de acuerdo con los datos ofrecidos, Alterra es uno de los empleadores más importantes de la zona de Buena Vista y de Jarabacoa, en la provincia La Vega.

En Jarabacoa se está generando mucha mano de obra.

Actualmente, en la primera etapa van más de US$12 millones invertidos en el proyecto; la próxima fase conlleva una inversión total de más de US$60 millones.

A largo plazo, se proyecta un desarrollo de cinco fases (hoteleras e inmobiliarias), que abarcan 800,000 metros cuadrados. Es decir, se tendrán unidades que operan dentro del esquema hotelero, pero también residenciales que se pueden disfrutar sin compromiso de ninguna marca hotelera, tal como se disfrutaría una segunda casa o una casa de veraneo.

Este tipo de desarrollos ha comenzado a generar un impacto económico considerable en la región. Según indican datos preliminares en los primeros dos años de operación, la región experimentó un aumento porcentual importante en la actividad económica local, especialmente en sectores como la construcción, el comercio y el turismo.

Este espacio combina clima agradable, paisajes y diseño.

Los empleos y el costo por unidad

La creación de empleos, junto con el aumento en la demanda de servicios y bienes locales, está demostrando el potencial transformador de los proyectos del tipo descrito. La capacidad de atraer inversiones extranjeras está en aumento, lo que fortalece la proyección de Jarabacoa como destino competitivo a nivel global.

La segunda fase de Alterra tiene como objetivo estar operativa para diciembre de 2026. El éxito de esta etapa determinará el inicio de la tercera fase. El costo de inversión por unidades hoteleras (villa) de la segunda fase –para los interesados- comienza en los US$390 mil, mientras que el precio para renta varía, en función de la temporada, explica Pablo Espinal, en una conversación sostenida a media mañana.

En términos generales, Jarabacoa aún exhibe la seguridad como uno de sus puntos fuertes. El municipio ha sido definido como el más seguro de la República Dominicana. Alterra refuerza esta ventaja con control de acceso 24/7 y patrullas constantes, lo que garantiza tranquilidad a residentes e inversionistas.

El modelo operativo de Wyndham permitirá a los propietarios disfrutar de sus villas durante 60 días al año. Los días no utilizados podrán intercambiarse en cualquier hotel de la cadena a nivel global. Este esquema asegura ingresos compartidos generados por la operación del hotel, y ofrece alta rentabilidad. Con el respaldo de Wyndham y su red de más de 112 millones de miembros, Alterra internacionaliza su alcance, atrae a clientes e inversionistas de diversas latitudes. Además, ofrece modelos personalizables en futuras etapas residenciales. Esto coloca a Jarabacoa como destino de lujo, sostenible, con un modelo de inversión único en la región.

En el país, destinos emergentes como Jarabacoa están capitalizando su riqueza natural.

Datos de impacto económico y retorno de inversión

Uno de los puntos destacados del proyecto Alterra es su programa de retorno de inversión, que combina la adquisición de propiedades con un modelo de alquiler gestionado por un operador especializado. Esto permite a los propietarios obtener ingresos constantes, mientras disfrutan de la flexibilidad de utilizar sus residencias cuando lo deseen. Según el propietario de Alterra, esta fórmula ha despertado interés tanto en inversores nacionales como internacionales, especialmente aquellos interesados en diversificar sus portafolios en mercados emergentes. En términos generales, Jarabacoa ha tenido gran despegue en desarrollo inmobiliario; cuenta con más de 7,000 casas de veraneo, lo que indica que ha alcanzado un nivel de desarrollo importante, con una oferta complementaria muy diversa y rica y una oferta gastronómica bien valorada a nivel del país.

Pablo Espinal conversó con elCaribe sobre el concepto de marca residencial privada.

Jarabacoa tiene actualmente los únicos dos chefs que han sido galardonados con estrellas Michelín de toda República Dominicana, incluido Puerto Plata, Punta Cana y Santo Domingo. Dos de esos chefs son María Marte y Adin Langille. Adicionalmente, cuenta con más de 20 restaurantes de mucha calidad. La zona también ofrece excursiones, como el “rafting”, parapente, caballos, “Four-wheel” entre otros atractivos, incluyendo su naturaleza exuberante. “Ya es el momento de que comencemos a posicionar a Jarabacoa en el mapa internacional de promoción turística”, dice Pablo Espinal.

A nivel económico, Alterra ha estimado que los propietarios de villas logran un atractivo retorno sobre su inversión, en un porcentaje mayor al rendimiento de otros sectores inmobiliarios en la región. Además, el impacto económico local viene dado por un aumento en el flujo de turistas y en el consumo de bienes y servicios asociados a las actividades turísticas y recreativas. Alterra apuesta por un enfoque de sostenibilidad que no solo busca preservar el entorno natural, sino también involucrar a los residentes y turistas en iniciativas ecológicas.