La era de los aviones eléctricos ha comenzado. La aeronave RX4E de fabricación china se ha convertido en la primera en obtener una certificación oficial que la acredita como un vehículo aéreo impulsado por electricidad. Con la acreditación, la compañía que la diseñó ahora puede producirla y venderla en masa.
La Administración de Aviación Civil de China (CAAC) confirmó que el avión RX4E, de cuatro asientos, es el primero en aprobar todas las directrices para obtener la certificación. Ya han aparecido otros vehículos con la misma tecnología, pero eran prototipos para la llegada del RX4E. El vehículo fue fabricado en 2019 de acuerdo con la norma CCAR-23 de la CAAC y durante cinco años se ha sometido a rigurosas pruebas de vuelo, desde los giros de cola hasta la caída en espiral.
Los taxis voladores surcarán los cielos de Dubái en 2026La aeronave eléctrica podrá transportar hasta cuatro pasajeros a una velocidad máxima de 320 km/h.
Según la agencia de noticias Xinhua, el avión RX4E mide 13.5 metros de largo por 8.4 metros de envergadura. Su peso máximo de despegue está limitado a 1,260 kilogramos. Su batería de litio de 70 kWh y sistema de propulsión generan en conjunto una potencia de 140 kW. En términos prácticos, cuatro pasajeros pueden volar 300 kilómetros o 1.5 horas con una carga completa.
El avión solo podrá ser usado para trayectos cortos. Actividades como el entrenamiento de pilotos, vuelos turísticos, operaciones agrícolas y científicas e incluso los trayectos de emergencia se beneficiarán con la llegada de estas aeronaves eléctricas. Una compañía con RX4E no podrá hacer viajes internacionales, pero sí, por ejemplo, traslados entre islas u otras distancias cortas.
La compañía Volar Air Mobility planea comercializar el RX4E inicialmente en 15 países, priorizando la región del sudeste asiático, África y Oriente Medio. Según la firma con sede en Hong Kong, los viajes serán seguros, asequibles, flexibles y libres de emisiones de carbono.
Uno de los detalles inesperados en la llegada de las aeronaves eléctricas es el poco ruido que producen al despegar. Durante sus primeras pruebas hace un par de años, los responsables del diseño notaron que el vuelo era casi inaudible a nivel de suelo. Para las grandes ciudades, la contaminación acústica que generan los aviones convencionales es un problema grave.
La firma iniciará la distribución de sus primeros modelos en los próximos años. También ha confirmado que está trabajando en variantes que sean resistentes a otros escenarios, como los ambientes acuáticos o aquellos con climas extremos. Además, promete que investigará formas para aumentar la capacidad de la batería del avión eléctrico sin comprometer el peso.