La más reciente participación de República Dominicana en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), en Madrid, ha despejado cualquier duda de que el crecimiento del sector en el país no tiene techo.  

El ministro de Turismo, David Collado, informó que fueron cerradas negociaciones de inversión por un total de US$6,750 millones.

El Banco Popular logró negociar US$2,500 millones, el Banco de Reservas US$2,000 millones, el Banco BHD otros US$2,000 millones y Promerica, en su debut, lo hizo por US$250 millones.

Un elemento importante señalado por Collado es la necesidad de mejorar la conectividad aérea del país para seguir facilitando la llegada de turistas.

El ministro dijo que los pasajes aéreos son muy caros para viajar desde República Dominica a Nueva York, Miami y Puerto Rico, lo que dificulta la movilidad turística.

Como una de las acciones ya ejecutadas para facilitar el transporte, se acordó con las líneas aéreas aportar más de 500,000 asientos de avión mediante más vuelos desde Europa y Norteamérica.

Hay que hacer conciencia de que por mucho tiempo el turismo seguirá siendo el motor de la economía dominicana y se necesita estimular su expansión y productividad.

Para lograrlo, además de promocionar el destino, hay que crear condiciones internas firmes para que los turistas se interesen en venir y volver.

Una de ellas es precisamente revisar tasas a los pasajes para evitar que el transporte sea tan caro y se convierta en el cosechero de la mayor tajada de la fruta.

El otro es mejorar sustancialmente la seguridad pública, la red vial y los servicios, que en gran parte del país son precarios y peligrosos.

El futuro del turismo es brillante para el país, pero no vuela en piloto automático; es necesario cuidarlo internamente, porque ante la vulnerabilidad externa, poco podemos hacer.